Los robots de la guerra: Nuevas tecnologías para la batalla

Tecnología del futuro Robots de gelatina Los soldados del futuro podrán cargar una pequeña pieza de gelatina en su bolsillo, aunque en realidad es un robot. Un equipo del Pentágono ha creado robots que pueden agacharse, expandirse, navegar y pasar obstáculos. Los uniformados podrán enviar los robots a lugares hostiles antes arriesgar su integridad. Ojos en el cielo En los proyectos del Pentágono, la mitad de los vuelos no tendrán pilotos. El aviador dirigirá su misión desde una oficina. Los grandes aviones tendrán robots que vuelan rastreando individuos peligrosos. También recordarán las caras y nunca perderán su rastro.

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Los soldados no tienen forma de saber si están en una trampa y si lo saben, ignoran su escondite. Así que envían un ejército de hormigas robots. Éstos se esparcen por el lugar y transmiten imágenes a los uniformados. Armados con esos datos, los soldados atacan.

El “ejército de hormigas” pronto será realidad: “En los últimos cinco años hemos visto un crecimiento gigante del uso de robots en la industria militar”, dice Henrik Christensen, quien dirige el departamento de Robótica en el Instituto de Tecnología.

“Ellos alejan a los soldados del peligro, son más baratos y cada vez mejoran manejándose solos” y los soldados los quieren: “A los 20 años, el hombre regular ha gastado 15 mil horas en videojuegos. Los uniformados jóvenes son expertos en robots y son muy  hábiles usándolos”.

El Pentágono, de la mano con universidades estadounidenses, promueve la tendencia, pero otros países avanzan hacia “los Ejércitos Matrix”. Con esta tecnología las agencias de seguridad podrán evitar tragedias con los civiles. “Si alguien está atrapado en territorio hostil, un helicóptero podrá volar por sí mismo y rescatar a la persona”, explica Missy Cummings, una piloto de los Marines y profesora de Aeronáutica en MIT, quien desarrolla los helicópteros.

“Los helicópteros autosuficientes tienen un uso militar, pero también tienen aplicaciones comerciales”, indica Cummings, quien dice que las naves se operan desde el suelo con un control similar al de Nintendo.
Los robots ya están en los frentes de batalla. Estos aparatos matan terroristas, dirigidos por pilotos desde oficinas a kilómetros de distancia.

En el mundo hay cinco mil robots aéreos en operación. En total hay diez mil robots de piso, que también son utilizados en derrames de petróleo y en otros desastres. En la emergencia nuclear de Fukushima, un robot entró a  un reactor para analizar los daños. “Eventualmente hay que mandar personas”, dice Christensen. “Perder un humano es peor que perder un robot”.

“La tecnología ya está aquí. Lo que tratamos de hacer es pensar qué hacer cuando falle. ¿Qué pasará cuando un clima impredecible saque al robot de su curso?”, concluye Cummings.

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