Los trajes que ha utilizado la conductora del Festival de Viña del Mar durante las noches del certamen han sido criticados por diseñadores y expertos de moda.
Su asesora de imagen Vesna Bocic asegura que quienes deben asumir la responsabilidad ante la mala opinión de los vestidos son los diseñadores que los crearon.
“Cada diseñador se tiene que hacer cargo de lo que quiso presentar en la Quinta”, explicó Bocic.
Según la asesora de imagen, Eva Gómez no forma parte de la decisión de cómo serán los vestidos.
“Vemos dibujos y vemos la tela, pero el vestido final lo tenemos en febrero y en esa fecha ya no hay mucho más que hacer”, aclaró.
El diseñador Ricardo Oyarzún cree que los vestidos que ha usado la animadora no han sido los indicados.
“Pongo en duda que los diseñadores nacionales estén capacitados para este certamen”, dijo Oyarzún.
Otro profesional de la moda, Miguel Ángel Guzmán, también se muestra pesimista con la propuesta de vestuario en el certamen.
“No hay una línea, no hay un hilo conductor”, dijo el diseñador sobre los diferentes trajes de Gómez.
Ambos expertos criticaron especialmente el trabajo realizado por Luciano Bráncoli, quien vistió a la animadora las noches del viernes y sábado.
“Morrissey le hizo el gran favor del siglo al mandar a sacarle las plumas”, dijo Oyarzún, quien diseñó el vestuario de Morrissey en el certamen.
La creación de Octavio Pizarro para abrir el Festival el domingo fue uno de los más aceptados por ser más vanguardista.
“Fue un vestido más de espectáculo, más de show business. Tenía una propuesta más interesante”, opinó Guzmán.
Según el modisto, “la culpa no es de la animadora”, sino de los asesores por no hacer pruebas de cámara.