Parece que algo peor que robar juegos y venderlos después es robar juegos de una tienda y venderlos en la misma tienda, el mismo día. Decimos “peor” porque este delito toma un matiz digno de un auténtico facepalm: a la estupidez del crimen se le suma la estupidez de su ejecución.
Una mujer entró cierta mañana a una tienda de videojuegos en el condado de Wilkes-Barre, Pennsylvania. Durante su visita robó varios juegos de Nintendo DS, sin que los empleados lo notaran, así como tampoco notaron la mercancía faltante.
Durante la tarde, la mujer de 29 años regresó a la tienda y vendió los juegos que había robado esa mañana, por lo que recibió $34 USD. Pero fue entonces que a los empleados les pareció haber visto a la mujer antes, por lo que revisaron las grabaciones de seguridad tomadas horas antes. Al hacerlo, descubrieron que se trataba de un robo y notificaron a la policía, quien arrestó a la mujer poco después. Además del cargo por robo, la mujer enfrentará cargos por falsificación, pues al vender los juegos utilizó la identificación de otra persona para cobrar el dinero. Podríamos pensar que si la mujer en realidad juega videojuegos, tal vez trató de utilizar la tienda de videojuegos como su estación de farming, con resultados sumamente lamentables.
Pero dejando el relativo humor de lado, son casos como este los que provocan que leyes de mayor control sobre la venta de juegos usados estén a la alza. Hemos preparado un artículo explorando algunas peculiaridades de la criminalización de la venta de juegos usados, mismo que puedes revisar aquí.
Fuente: Tarreo
