El viernes pasado, entre las devoluciones de impuestos y el ahorro de varios se agotaron en varios centros comerciales los nuevos iPad. Fue una locura la cantidad de dinero que cientos de chilenos desembolsaron en el nuevo aparato de la factoría del difunto Steve Jobs, luego de ser lanzado en marzo en Estados Unidos.
Muchos de los lectores de esta columna quizás están leyendo esto desde ahí: según un estudio reciente de Google es en la tarde -noche donde las tablets se están tomando el mercado, por sobre los computadores durante el día y los aparatos móviles durante el momento en que nos movemos.
¿Qué gracia tiene el nuevo iPad? Primero, una pantalla de mejor resolución, cada vez mas cercana al papel en definición. Desde el lanzamiento de su primera versión la tablet de Apple ha mejorado el gran problema que era sentir cansancio en la vista. Ya esta edición, que derechamente también por su potencia apunta a competir en el mercado de las consolas (en problemas, digamos, por la fuerza de los aparatos móviles Android y Apple) que cada vez tiene más competencia.
Pero el nuevo iPad queda en deuda en lo que más uno espera de un aparato Apple: la innovación. Parece ser que descansa en los softwares que llegan a la plataforma. El iPad nos deslumbró hace años haciéndonos sentir en el futuro. Estar sin usar papel. El de hoy nos mete en la misma sensación que el Nintendo 3DS: compramos algo que prometía más de onda que en catálogo.
Siguen siendo alucinantes algunos programas, disponibles para todas las versiones: Flipboard es la elegante lectura de tus mensajes en Twitter, Facebook, Instagram, Linkedin y RSS. Probablemente es lo que más se puede usar, al presentar a la manera de una revista tus redes sociales. El iMovie tambien en este aparato con cámara es cool y permite editar y subir rápido a la red tu material, pero no tengo duda que los reyes siguen siendo las redes sociales: las versiones iPad de Twitter y Facebook están de lujo.
Uno de los nuevos para usar y leer es Google Currents, que permite seguir ciertos sitios y poder leer sus textos en elegante presentación.
Yo salté del 1 al 3, podríamos decir de alguna manera a pesar de la nueva denominación y si me preguntan si les recomiendo cambiarse del 2 tengo mis dudas: si les interesa tener una mejor resolución, vayan por el aparato. Si no, van a vivir la misma experiencia e incluso por menos plata.
Lo que sí puede ser llamativo es la integración del 4G. Pero en Chile no poseemos esa red. Por tanto aun para vivir una experiencia rápida hay que conectarse al servicio Wifi.
En conclusión: llevar el iPad 3 si tienes el 2 es un precio de locura. Si quieres actualizarte, está bueno, por lo menos da la impresión que en mucho tiempo no te vas a sentir obsoleto, en un mundo que parece que a las 48 horas cambia.
