Opinión

Columna de Vardoc: "Max Payne 3"

El “Max Payne” 3 era uno de los juegos más esperados este año, ya quedó demostrado en el exitoso lanzamiento para las consolas Xbox360 y Ps3 tan sólo en su primera semana, donde alcanzó las 3 millones de unidades vendidas.    

Ahora y hace una semana el juego está disponible en su versión de com­putador, donde se espera y se asegura que aumentará considera­ble­mente a una nueva cifra de ventas.

Esta versión para PC fue realizada en forma paralela a sus otras plataformas, puesto que, y en palabras de sus propios creado­res: “el origen de ‘Max Payne’ está unido a la comuni­dad de PC, por lo que era esencial para nosotros que ‘Max Payne 3’ es­tuviera a la al­tura de esa herencia”, declaró el mismo fundador de Rock­star Games. 

¿Pero por qué se demoraron tanto en su lanzamiento? El juego ha sido desarrollado de tal manera que pue­da ser soportado por una amplia ga­ma de computadores indepen­dientemente de cuáles sean sus ca­racterísticas, posee opciones de gráficas avanzadas, soporte LAN y características del DirectX11.

Pero vayamos a lo que nos intere­sa. “Max Payne 3” es un juego de lu­jo.  

Repite la mecánica de los juegos anteriores sin perder su esencia pero a la vez remasteriza y ofrece modernización con resultados sorprendentes, donde las actuaciones son de primer nivel, y la fluidez de la historia no tiene igual, ofreciendo un encan­to retro a los seguidores de esta sa­ga.

Posee dos modos de jue­go uno arcade y otro multijugador,  donde en el segundo se puede modificar el personaje (elegir sexo por ejemplo o arsenal) además de crear clanes para te­ner partidas más interesantes y crear nuestros propios eventos.

Para efecto de historia “Max Payne 3” se inicia con un secuestro, unos ocho años des­pués del Max Payne 2 y nuestro escenario son las favelas de Brasil. Allí nuestro héroe trabaja pa­ra u­no de los empresarios más adinerados de la ciudad llamado Ro­berto Branco,  casado con su hermo­sa mujer Fabiana. Desgraciadamente la familia Branco se verá en problemas, Max deberá ensuciarse las ma­nos y reclamar venganza.          

Por mi lado, acabo de jugar cerca de 40 minutos de esta nueva entrega de la que hemos esperado más me­nos unos 10 años y por fin al terminar la semana pasada pude dis­fru­tarlo. Tengo que decir que me enamoré nueva­men­te, en el buen sentido claro está, puesto que sentí de vuel­ta a mi in­fan­cia jugando el primer Max Payne, dándo­me cuenta que, todas las razones del porqué amaba ese juego, las pude encontrar nuevamente en estos pocos minutos que he logra­do jugar.

Es simplemente notable el nuevo estilo de animación que se utilizó recordándonos a aquellas películas taquilleras de la década de los 80 y 90, comprobando que el nuevo juego de Rock­Star es lo más parecido a una superproducción de Hollywood y en sus mejores años,  sobre todo diri­gi­da para un público más adulto, te­nien­do todo lo que se esperaba de ella:  ella, sangre, armas, mujeres y… “Bullet time”.

En realidad no sé qué es lo que más me ha gustado de este nuevo tí­tulo, si han sido sus intensas escenas de tiroteos y adrenalina gracias al “Bullet Time”, los detalles de los personajes y sus entornos o el  magní­fi­co trabajo que se ha hecho con el per­sonaje de “Max Payne”, pero sin duda este será sí o sí uno de esos juegos que me los terminaré. Merece to­do el sacrificio de haber esperado y preordenado por Steam, pero debo decir que lo único malo fue la odio­sa espera de casi un día en poder ba­jar esos 29GB que pesa el juego, pero to­do lo demás, es increíble. ( Si esperaban una columna referente a E3, lo lamento, pero sinceramente para mí fue una decepción generalizada que prefiero ni mencionar ).

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