Opinión

Columna de René Naranjo: "Blanca nieves: armada y justiciera"

Curiosidades de la industria del cine: En tres meses, Hollywood estrena dos producciones basadas en el clásico cuento de ‘Blanca Nieves’, publicado por los hermanos Grimm en 1812. La primera fue ‘Espejito, espejito’ con Julia Roberts en el rol de la pérfida reina madrastra, una auténtica pesadilla que postula con ventaja al título de la peor película de 2012. Ahora llega ‘Blanca Nieves y el cazador’, que afortunadamente es una cinta mucho mejor realizada y que justifica que uno se interne por los vericuetos de su adaptación y puesta en escena.

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Dirigida por el debutante director británico Rupert Sanders, esta versión de la historia de Blancanieves revisa el cuento y amplifica sus líneas narrativas: saca partido a un personaje secundario, el Cazador; agrega virtudes redentoras a la candorosa protagonista, da a los enanitos una participación menor pero más intensa, y otorga al relato un tono épico que se combina con elementos maravillosos, característicos del cuento de hadas.

Es una apuesta bien pensada por los guionistas (el veterano John Lee Hancock y el primerizo Evan Daugherty) que permite renovar el argumento y ampliar el arco dramático de los personajes. Como eje se mantiene la malvada madrastra, Ravenna, esta vez encarnada de forma sólida por Charlize Theron -que viene de hacer de mala, también con mucha solvencia, en la fallida ‘Prometeo’. Ella marca la narración desde que aparece en pantalla, en pose de falsa víctima, y es la despiadada antagonista de la Blanca Nieves que interpreta Kristen Stewart.
En un marco donde lo mágico convive con lo cotidiano, la película desarrolla situaciones que buscan cierta coherencia realista. Y acierta en eso. Por ahí es donde entra a la historia el cazador, que esta vez adquiere dimensiones que van mucho más allá de la misión que le encomienda la reina de asesinar a Blancanieves. Interpretado por el hoy muy de moda Chris Hemsworth (el Thor de ‘Los vengadores’), este Cazador ayuda a aterrizar el argumento y a incorporar las variadas escenas de acción.

Con logrados efectos especiales y la estupenda música del consagrado James Newton Howard, el director Sanders -que sin duda ha visto varias veces ‘Excalibur’- sabe darle el ambiente gótico y amenazante a las secuencias del lóbrego castillo de Ravenna, en especial en la primera mitad del filme, y a la huida de Blanca Nieves en el Bosque Tenebroso (uno de los mejores momentos); también crea apropiadamente el aire más amigable a los instantes propios del cuento de hadas, explota bien la fuerza de la naturaleza, y saca petróleo en un par de escenas entre la protagonista y los siete enanitos, aquí desprovistos de toda aura maravillosa. 

Donde no está el fuerte del joven cineasta es en la dirección de actores. Se requiere una mano más diestra para sacarle expresividad al duro Hemsworth y más fineza para hacer que la taquillera Kristen Stewart saque las buenas dotes de actriz que posee. Había material aquí para el lucimiento de Kristen en registro más sutil que no son aprovechados, y el concepto de una Blanca Nieves que termina a lo Juana de Arco no la favorece del todo.

No obstante, y a pesar de algunos minutos extra (dura 127 minutos), esta ‘Blancanieves y el cazador’ recupera el relato infantil europeo para el cine de gran espectáculo y lo renueva de manera bien estructurada y potente. Es Blanca Nieves 2.0, que casi 80 años después del clásico animado de Disney, arremete con lo necesario para reformatear a la joven inocente de blanca piel como heroína armada y justiciera.

Ficha técnica

El popular cuento infantil publicado por los hermanos Grimm en el año 1812 llega a Hollywood de la mano de “Blanca Nieves y el cazador”, película que sucede a otra versión que irrumpió en la pantalla grande este 2012, “Espejito, Espejito”, protagonizada por Julia Roberts en el papel de la malvada bruja
•    Director. Rupert Sanders
•    Con las actuaciones de Kristen Stewart y Chris Hemsworth
•    Estados Unidos, 2012

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