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La ciudad de Hesse, en Alemania fue muy importante en la vida de Elvis Presley, ya que pasó una parte importante de su vida ahí, pues le tocó hacer el servicio militar en ese lugar. Muchas historias se desprenden de su estadía en este lugar y sobretodo las que tienen relación con él, con su sencillez y su hermoso BMW 507 blanco.
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Elvis se paseaba por la ciudad desde Bad nauheim en dirección a Friedberg, donde hizo el servicio militar desde octubre a marzo de 1960. En el lugar “el rey” vivió en el Hotel Grunewald, en la Plaza Elvis, habitación 10, segundo piso. Estuvo ahí hasta que sus guardaespaldas armaron un tipo de desorden, le dió vergüenza y se fue, esto según cuenta Rita Issberner-Haldane, quien estuvo en el hotel cuendo Elvis estaba ahí y que actualmente es su dueña. Rita comenta: “Se sentaba en el sofá y hablaba de todo. Yo no seguía mucho la conversación por mi mal inglés. El cantante se mudó cuando sus guardaespaldas, que vivían en las habitaciones 14, 15 y 17, armaron jaleo. Le dio vergüenza, él era así”
Luego se cambiaría a una casa con su padre Vernon, su abuela, Minnie Mae y algunos amigos. Donde atolondraría a sus fans cada vez que pasaba por la calle y quienes dejarían mensajes escritos con Rouge en el Roadster blanco del rey, fue tanto que Elvis se cansó y lo mando a pintar de color rojo carmín, para que no lo pudiesen hacer más.
No solo al género femenino andaba pendiente de Presley, sino también los hombres ya que en 1958, una publicación para militares criticó la forma en que el rey llevaba sus patillas y el distintibo mechoncito sobre su frente. Karl-Heinz Stein, quié acabó siendo su único peluquero, comenta: “El corte costaba 35 céntimos, aunque me solía dar un dólar. Yo había cortado el pelo a los soldados americanos siempre igual, pero él podía llevarlo tres o cuatro centímetros más largo” ¿Y era cierto que el rey era tan presumido que se retocaba el look un par de veces por semana? “¡Tonterías!” Contesta Stein un poco enfadado con la historia.
Esas son algunas de las aventuras que pasaba Elvis Presley en la ciudad alemana de Hesse, lugar que lo recuerda con mucho cariño, admiración y por el hermoso BMW 507 blanco.
Fuente: autobild.es