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El piloto más joven inscrito en un Dakar es chileno y magallánico

Oriundo de Coyhaique, Patricio ya es reconocido en el motociclismo nacional. En 2008 tuvo la oportunidad de competir y entrenar en Estados Unidos y en 2011 fue Campeón Nacional Zona Centro y Campeón Expo Inacap. Pero la historia del Pato comenzó mucho antes.

A los 12 años su padre le regaló, por fin, su propia moto. “Era una bien chica, una Honda viejita, del 85. Seguí con mis circuitos en el patio, pero después pasé a probar en carreras locales”, relata. Eso duró dos años hasta que tuvo la oportunidad de su vida. “Fui a un evento que había en Coyhaique. Era la Carrera Inacap y el ‘Chaleco’ estaba allí”, detalla. Por primera vez, en los pocos años que llevaba corriendo, ganó todas las categorías de esa competencia, lo que le llamó la atención del campeón mundial.

“Nos pusimos a conversar con Francisco. Quería que fuera su pupilo. Fue una sorpresa para mí, que al principio no sabía cómo tomar. Pero lo más difícil no era aceptar que me entrenara, sino que para eso me tenía que ir a vivir a Santiago”, comenta.

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No era una decisión fácil, tanto por su corta edad como por la distancia con sus padres. “Pero decidí que quería hacerlo”, recalca. A los 15 años aceptó uno de los más grandes riesgos de su vida. Llegó completamente solo a la capital y su maestro le indicó todas las actividades que debía hacer si quería convertirse en motociclista profesional. “Me recomendó a un entrenador físico, me dio consejos, en general me insertó en el medio donde estaban los verdaderos pilotos. Era una gran ventaja. A pesar de estar completamente solo me sentí muy bien dateado. Definitivamente eso me abrió las puertas para todo lo demás”, recalca.

GANANDO DÓLARES EN EEUU

Trabajó dos años con “Chaleco”, hasta que el tenino salió Campeón Mundial de Motocross. “Cuando eso pasó ya no podía seguir con nosotros. Tenía a sus propios mecánicos, entrenadores, y tenía que liberar a sus pupilos para poder seguir creciendo”, detalla.
Pero eso no detuvo al Pato, sino que lo impulsó a querer ser como su maestro. En 2007 corrió la categoría MX2 Novicio, donde obtuvo el sexto lugar en el Campeonato Nacional. En el Metropolitano sacó el tercer puesto. Y con lo anterior, se abrió una nueva oportunidad en tierras extranjeras.

En 2008, y con apenas 17 años, viajó a Estados Unidos a correr en la categoría Junior. “Estuve corriendo motocross un año, con los mejores pilotos del mundo. Fue la primera vez que sentí que estaba en un medio profesional. Cuando empecé a correr en Chile, mi papá tuvo que crear una empresa con el único fin de financiar las motos. Pero en EEUU las motos me las pasaban.

Yo ganaba plata corriendo y entrenando en Los Angeles. A los primeros cinco lugares les pagaban en plata, con eso se logra un incentivo completamente diferente a lo que pasa en Chile”, remarca. Parte de su historial en tierras norteamericanas fueron el 5° lugar obtenido en Glenn Helen y el cuartompuesto en Hangtown.

CAMINO AL DAKAR

En 2009 regresó a nuestro país, con la determinación de seguir consolidando su carrera profesional. El año pasado atrapó los títulos nacionales de Zona Centro y Campeón Expo INACAP. Pero iba por más. “Un día le pregunté al ‘Chaleco’ cómo era el rally. Me encanta la aventura, los pilotos se sacrifican mucho, comen comidas primitivas, pero a mí me encanta. Me hizo pruebas de manejo, de físico, de cabeza y la conclusión era que sí, que podía intentarlo”, detalla. Desde ese momento la marca Kawasaki RPM de Argentina lo probó y le ofreció ser el piloto principal de su marca. Pero no fue suficiente, entre cejas tenía el sueño de participar en el Rally Dakar.

“No es llegar y competir, es una serie de procesos que no cualquiera pasa. Tuve que mandar un dosier bastante extenso y detallado. Ahí me pidieron currículo, experiencia, eso fue lo más difícil de todo. No es poner la plata de la inscripción y listo, es demostrar que tienes las capacidades físicas y mentales para competir en un régimen de un fuerte nivel de exigencia”, cuenta. Y así fue como Patricio decidió participar en el reciente Desafío del Litoral del Dakar Series, para aumentar más su experiencia en terrenos extremos. “Sin duda fue carrera importante en mi currículo”, remarca.

Pero ahora la concentración estará de lleno en el próximo Rally Dakar 2013. Está entrenando ocho horas diarias sin descanso. Además de representar a Coyhaique, donde es hijo ilustre, Patricio siente que está cumpliendo una de sus tantas metas en el motociclismo. “Hay que hacer lo que a uno le gusta. Esto no es una máquina muy fácil, es una cara, complicada y peligrosa. Pero me encanta, a pesar de ser súper sacrificado. No me arrepiento por haber salido a los 15 años solo, buscando un sueño y para dedicarme a lo que quería, al contrario. La gente lo valora y siento que cualquiera podría hacer lo mismo. Sentirse, quizás, identificado con mi historia”.

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