Opinión

Columna de Nicolás Symmes: "Lo privado poco privado"

El lunes fue un día extraño. En mi oficina no paré en todo el día. Reuniones por todos lados, quería que llegara la hora para descansar rápido. Mi teléfono sonó aún más de lo normal, y eso sí que es terrible. De hecho llegué a mi casa a eso de las 20:00 horas y cuando creí que todo estaba dispuesto para mi relajo, aparece la famosa noticia de Facebook.

Comencé a sudar frío, a tratar de recordar qué había hecho y escrito y quizá qué locura había cometido. Y así fue, soy uno más de los que sufrió con la “filtración” de los mensajes de Facebook. Verdadera o no la noticia, el trabajo mental que tuve que realizar para recordar la quinta parte de lo que dije por interno en los años 2007, 2008, 2009 y 2011, fue terrible.

E imagino que la mayoría de ustedes también, mujeres, opiniones, secretos, todo se podría filtrar en mi perfil. Como bien dice ese sabio refrán ancestral “Muros vemos, inbox no sabemos”. Y, como un indefenso e inocente siervo, partí a mi muro a revisar las publicaciones de mis amigos en los años que recién mencioné.

Uno por uno fui leyendo los post que tenía, y son muchos. En Facebook tengo más de 5000 amigos, y por lo tanto los mensajes que tenía en el muro, más los que yo creía que podrían publicarse por error, iban a ser varios. Me hice el ánimo de leer y me di cuenta que no recordaba muchas de las cosas que iba mirando, así que tomé la decisión corta y fácil, borrar todo. No habrá faltado el desesperado patas negras que eliminó su cuenta por temor a ser descubierto en sus “joteos”, pero esa opción claramente no era la correcta.

Y no es que yo haya sido infiel, copuchento, pelador, etc. El punto es que si algo lo hablo por interno, es porque no me interesa que el resto se entere de ello. Lo que hablo contigo, se queda contigo y listo. Esa es mi filosofía, pero al parecer Facebook lo olvidó.

Al pasar los minutos comencé a revisar más acerca de lo que acontecía  con el “error” de esta red social y, poco a poco, me fui enterando de todo.  Primero, un resumen de la contingencia: En Francia partió el tema, porque se publicó un reportaje donde se exponen las falencias del sistema de mensajería privada de la afamada red social.

Ese simple hecho, provocó un revuelo en toda la nación y no tardó nada en propagarse alrededor del mundo. Y esto porque no es primera vez que la red social más exitosa de este último tiempo es acusada de este tipo de errores en su plataforma. El año pasado, en Finlandia, cuando se estrenó el modelo Timeline de nuestros perfiles, hubo una demanda por filtración de datos privados a más de 2000 usuarios, los que como forma de protesta abandonaron Facebook definitivamente.

Por eso, me cuestiono ¿qué tan seguro es tener conversaciones de carácter privado por las redes sociales? ¿Se imaginan se filtraran nuestros DM en Twitter?, Según varios estudios, más del 53% de la información que se entrega vía redes sociales se hace por medios privados, es decir, por mensajes directos o inbox, como ustedes quieran llamarlos.

Esta es la razón por la que la red social  no tardó en dar explicaciones que si bien no son muy pesadas en cuanto a la calidad del argumento, dejó convencida a gran parte de los afectados.

“Parece que a la mayoría de nuestros usuarios se les olvidó cómo se publicaba antes”, fue la explicación de la red encabezada por Mark Zuckerberg.

¿Habrá sido nuestra paranoia la que nos jugó en contra? ¿Tantas cosas importantes hablamos por DM que muchos de nosotros nos paralizamos con la sola idea de que se filtraran? Se preguntarán cuál fue mi conclusión, se las cuento, es súper sencilla y básica: No volver a hablar temas importantes o personales por redes sociales, no hay nada mejor que el cara a cara. Creo que hemos perdido la costumbre de la conversación y quizá esto sólo vino a recordarnos que los computadores, teléfonos inteligentes o las tabletas, no son una extensión de nuestra humanidad.

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