Opinión

Columna de Música: Ladies and gentlemen... The Killers!!!!

Los fanáticos de The Killers respiran aliviados… La verdad es que cuando Brandon Flowers, líder y vocalista de la banda, materializó su proyecto solista (“Flamingo”, 2010), la gran mayoría pensó que la historia de esta agrupación nacida en Las Vegas se terminaba.

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Formados en 2002 en la ciudad de los casinos, todo se materializó después que Brandon Flowers viera un recital de los desaparecidos Oasis en el Hotel Hard Rock, en abril de ese año. Su primer disco, “Hot Fuss”, fue un éxito internacional. En octubre de 2006 lanzaron su segundo trabajo, “Sam’s Town”. Y de ahí éxitos, éxitos y más éxitos.

Pero esta historia que parecía muy promisoria comenzó en 2001, cuando Flowers abandonó su banda de pop sintético, Blush Response, después de que rechazara trasladarse a Los Angeles. Tras esto, respondió a un anuncio en la revista Las Vegas Weekly puesto por David Keuning para formar una banda inspirada en Oasis, The Cure, New Order y The Smiths. Después de conocerse, decidieron agruparse, y tras algunas audiciones, eligieron a Ronnie Vannucci y Mark Stoermer como baterista y bajista, respectivamente. El nombre de la banda se origina gracias a un grupo de ficción que aparece en el video de “Crystal”, tema de New Order.

Cada uno de los integrantes de estos novatos The Killers tenía su propio trabajo: Flowers era botones en el hotel Gold Coast y David Keuning, originario de Iowa, trabajaba en una tienda Banana Republic. Mark Stoermer repartía remedios mientras estudiaba filosofía en la University of Nevada (Unlv) y Ronnie Vannucci estudiaba percusión clásica en la Unlv, mientras trabajaba como fotógrafo nupcial en una capilla de la ciudad. Finalmente, debutaron en un club nocturno homosexual de Las Vegas, llamado “Tramps”. Progresivamente, la banda comenzó a ganar adeptos, especialmente en el Reino Unido. En ese país lanzaron su disco “Hot Fuss”, el 7 de junio de 2004, junto al sello independiente Lizard King Records. El 15 de junio siguiente lo hicieron en los Estados Unidos bajo el sello Island Records. A fines de ese año lanzaron también copias en Francia y Japón.

Los aplausos, el reconocimiento, las giras y el éxito se hicieron interminables. Después de 10 años y casi 20 millones de copias vendidas de sus álbumes anteriores se han convertido en una de las bandas de rock más importantes del mundo. Los fans los pedían, los exigían y los esperaban… Después de cuatro años de silencio, “Battle Born” es el bombazo que marca su regreso ($10.990, en tiendas de discos). Su nuevo álbum de estudio (y cuarto de su carrera) llega con “Runaways” como single. Es todo lo que un fan podría desear para su regreso: una manifestación indiscutiblemente americana del romance y del optimismo que anuncia su vuelta, con guitarras al estilo The Who y un estribillo épico, enorme. “Battle Born” incorpora elementos de cada uno de los álbumes anteriores de la banda: la forma detallada de narrar de Hot Fuss, la añoranza y el misticismo a la americana de Sam’s Town y el sonido pop de Day & Age. Todo ello, sin sonar exactamente igual a ninguno de ellos en particular. Es el sonido de una banda que reconoce y celebra su propia identidad y, a pesar de haber trabajado con cinco productores, sigue teniendo un sonido muy The Killers. Lo que se agradece y aplaude en tiempos de tanta improvisación.

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