Opinión

Columna de TV: "Intrusos: el nuevo SQP"

Casi nadie es capaz de hablar bien de ellos públicamente, pero ahí están, alimentando la conversación de desconocidos como lo hace el informe del tiempo. Transmitiéndose a toda hora en los más diversos canales. Tan diarios como los noticieros y tan innecesarios como las notas de verano que te enseñan a elegir la mejor toalla.

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Desde que  hace casi una década y media los programas de farándula parecieron devorarlo todo, estos no han hecho más que multiplicarse ante la mirada resignada de quien espera su número de atención en cada pantalla de oficina pública, isapre o clínica –no sé si siempre voy a hacer trámites a la misma hora, pero son casi los únicos programas que me topo en esos lugares-.

 

Los programas de farándula son una pieza fundamental para la industria. Tele que habla de tele convirtiendo a sus rostros –por más pequeños que estos sean- en el centro del mundo por la fuerza de la repetición. La piedra angular de toda una industria que sostiene su fantasiosas estructura de intrascendencia pura, en conflictos y declaraciones la mayoría de las veces inocuas que obligan a preguntarse a ¿quién le importa? Pero nos importa. Y mucho.

 

Una década y media y los cambios al formato han sido mínimos. Cada programa parece, en su pauta y el tratamiento de sus notas, un eterno clon que llega hasta su más fundamental fuente: el viejo y casi inmortal “SQP”. Pero por más que sus sets, seguimientos, protagonistas y estructuras sean casi calcadas, hay dos elementos que diferencian a uno de otro. Dos variables que son finalmente el corazón y alma del género. El lugar donde se juegan su éxito o su fracaso: su panel y el tono desde el que hablan.

 

Si a “En Portada” le gusta actuar como un tribunal inquisidor que condena ideológicamente a los rostros y “Alfombra Roja” intenta hablar de la industria con un aire cool, conciliador y mesurado, “Secreto a Voces” se pierde en una indefinición que nunca queda bien: es más fome de lo que pretende y menos polémico de lo que le gustaría ser. Una competencia  donde “SQP” siempre mantuvo el cetro de la corona gracias al manejo de sus intensidades, la química de sus paneles más históricos –que cuando emigraron, dieron origen a todos los demás- y el profundo sentido del humor que lo convirtió en un espectáculo. Un show digno de ver por más irrelevante que nos parezca el tema que abordan. Porque digámoslo claro: uno veía a Chico Pérez a Felipe Avello o Passalacqua por sobre “SQP”.

 

Pero eso ya fue. El programa  de farándula que actualmente genera mejores momentos televisivos,  extractos “youtubeables” y salidas de madre graciosas en el set, es “Intrusos”.  El show con mayor sentido del espectáculo en este universo de la liviandad. Todo gracias a un panel donde la química de Felipe Avello, Víctor Gutiérrez, José Miguel Villouta, Pamela Jiles y Antonella Ríos, regala momentos que superan la intrascendencia de los temas que abordan. Gente inteligente hablando sobre estupideces. Pagaría por verlos conversar en un show de noticias de verdad. Me imagino que el resultado sería igual de gracioso pero con un peso que en la tele chilena se sigue echando de menos.

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