Columna de libros: Jeanette Winterson, escribir sus propias líneas

Cuando pienso en mi historia de lecturas, veo que tempranamente me interesaron tanto las biografías como las autobiografías. Después de leer El hobbit no seguí con El Señor de los Anillos, sino con una atractiva biografía sobre Tolkien escrita por Daniel Grotta. Y cuando ya me había devorado los siete libros de las Crónicas de Narnia –y seguramente otros de los libros de C. S. Lewis también- me alegré cuando publicaron en castellano Sorprendido por la Alegría, un texto autobiográfico de Lewis. Por eso ya a priori estaba interesada en ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?, de la escritora inglesa Jeanette Winterson. Y no es por simple curiosidad, sino porque me atrae conocer las circunstancias que moldean a un escritor cuya prosa o poesía me gusta; mejor aun si esa misma prosa es la que relata recuerdos y anécdotas, dramas y alegrías.

En el libro de Jeanette Winterson hay dramas ciertamente: además de ser adoptada, creció en una familia pobre del frío norte de Inglaterra, con una madre más fría que el clima y fanática religiosa que la castigaba dejándola fuera de casa en la noche. También hay alegrías, porque lo que la autora plantea en su historia de vida –en la que elige qué contar y cómo hacerlo- es que ella prefiere ser feliz que ser normal. No quiere una vida amargada en un molde que no le corresponde, sino abrazar su identidad, aunque esté llena de heridas y cicatrices desde sus seis semanas de vida, cuando su madre decidió que no podía cuidarla y la dio en adopción. Las heridas son importantes, porque ser feliz no es un estado, sino una búsqueda que no tiene fin.

A pesar de los contratiempos y una infancia/adolescencia que podría haber sido castradora, Winterson se transformó en una escritora. Es poco conocida aquí, en Chile, pero en Inglaterra es de primera línea, de una generación de autores como Martin Amis (Dinero). Supo dar vuelta las cosas con convicción. Lo expresa de la siguiente manera: “Me costó bastante darme cuenta de que existen dos tipos de escritura; la que tú escribes y la que te escribe a ti. La que te escribe a ti es peligrosa. Vas a donde no querías ir. Miras donde no querías mirar” (63). Así que Winterson optó por escribir sus propias líneas: en su vida y en sus textos.

¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? es un libro apasionante. Yo sé que a mí me apasionó: muchas veces es emocionante hasta las lágrimas, y también da risa, y otras da rabia, mucha rabia. La escritura de Winterson nos solo nos lleva a través de su vida, sino que nos involucra. Me gusta mucho el siguiente párrafo: “Cuando somos objetivos también somos subjetivos. Cuando somos neutrales, nos implicamos. Cuando decimos ‘creo que’, no dejamos nuestras emociones al otro lado de la puerta. Pedirle a alguien que no sea emotivo es como pedirle que esté muerto” (225). Yo estoy convencida de que escribir nos involucra de cuerpo entero, pero también leer; y mientras nos identificamos –o todo lo contrario- con un personaje o un texto, lo volvemos personal, parte de nuestra historia también.

Winterson, Jeanette. ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? Barcelona: Lumen, 2012.

Algunos datos extras

Encontré un link interesante para revisar, una entrevista a la autora en el sitio de Barnes and Nobles. Pueden verlo aquí: http://bnreview.barnesandnoble.com/t5/Interview/quot-The-Past-is-a-Negotiation-quot-Jeanette-Winterson/ba-p/7215

Y sobre otros escritos de Winterson, su primera novela fue Fruta Prohibida, publicada originalmente en 1985. Con ella ganó el prestigioso premio Whitbread y desde entonces ha publicado novelas, ensayos y libros para niños. Además de su último texto, aquí reseñado, encontré en la librería antártica, La carga, publicado en inglés en 2005 con el título de Weight. Yo iré en busca de ese libro.

Blog de Alida Mayne-Nicholls Verdi

http://buenobonitoyletrado.com

 

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