La empresa americana de ventas de videojuegos Gamestop tomó la decisión de cerrar las reservas de la nueva consola de Microsoft por la alta demanda que tuvieron, contradiciendo a todos los especialistas que decían que el Xbox One no iba a vender.
Aaron Greenberg, uno de las caras principales al mando del área Xbox confirmó esto a través de su cuenta de Twitter, admitiendo que las ventas de la consola fueron mayores a las esperadas, sobre todo teniendo en cuenta la baja expectativa que había.
Xbox One fue criticada duramente durante su lanzamiento en mayo producto de sus políticas de restriccion de juegos usados y la obligación de tener la consola siempre conectada a Internet, lo que dejó a la consola con una recepción negativa frente a su principal competidor, el PlayStation 4 de Sony que no tiene estas limitaciones.
Producto de la mala recepción, después del evento E3 Microsoft cambió las políticas de la consola, pero muchos analistas creían que el daño ya estaba hecho.
