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el 83 los santiaguinos revisa su correo mientras conduce

Así lo aseguró un estudio realizado por el Automóvil Club de Chile

Bastantes son los videos que circulan por internet de accidentes provocados por el uso del celular en el automóvil y es que basta estar en un taco, mirar alrededor y ver que la mayoría de los conductores están mirando sus móviles.

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Es por eso que el Automóvil Club de Chile realizó un estudio llamado “Perfil de los conductores del Gran Santiago 2013”, en el cual entrevistó a 700 conductores para poder saber cuáles eran sus hábitos.

Las principales conclusiones a las que llegó el estudio fueron:

– El 68% de los conductores nacionales reconoce que realizan o responden llamadas por  teléfono celular cuando conduce. En 2011, sólo el 53,2% realizaba esta acción.
– El 80% de los automovilistas revisa Facebook cuando conduce.

– El 77% de los conductores revisan Twitter cuando conduce.
– El 61,8% revisa Whatssap.
– El 83% reconoce que escribe y responde correos electrónicos
– 55% realiza consultas por internet
– El 47,6 de los conductores conoce algún programa de GPS gratuito que le avisa la presencia de Carabineros.
– El 51,9% de los automovilistas reconoce utilizarlos ( principalmente Waze) en sus traslados.

Es decir ocho de cada diez santiaguinos admitió revisar Facebook cuando se encuentra tras el volante, en tanto un 77% mira Twitter y un 62% el método de comunicación instantánea Whatsapp. Otro punto importante es el alto aumento que ha tenido la cantidad de personas que responden o realizan llamadas mientras están manejando, el que respecto al mismo estudio de 2011 subió de un 53 a un 68%.

Respecto a esto Alberto Escobar, gerente de Asuntos Públicos de Automóvil Club de Chile nos dijo:

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¿Qué piensas de que el conducir hablando por celular sea la quinta infracción más alta del país?

La falta de fiscalización ha permitido que este tipo de conductas se legitimen entre los automovilistas nacionales. En un país en que el 68% de los conductores reconoce realizar o responder llamadas por celular, es necesario implementar con urgencia controles electrónicos y fotorradares para castigar a todos los infractores que aún no toman conciencia sobre su incompatibilidad con la conducción. Si bien se ha trabajado en campañas de concientización, legalmente no se han mostrado avances significativos en las multas asociadas al uso de llamadas ni a la manipulación de teléfonos inteligentes. Por ejemplo, en Estados Unidos se está legislado para que nivel federal se instaure la política “motor encendido, celular apagado” para controlar que los conductores no abusen de estos dispositivos cuando manejan.

¿Qué efectos tiene hablar por celular en la atención sobre la conducción?

Ya no sólo se puede afirmar que hablar por teléfono sea una causa de distracción, sino también hay que incluir el creciente aumento de las aplicaciones y el uso de las redes sociales que ofrecen los teléfonos inteligentes. Estos son catalogados como distractores tecnológicos de alta peligrosidad, ya que manipular o realizar llamadas por celular es igual como conducir en estado en ebriedad. Se recrean conductas similares con la misma pérdida de reflejos en el volante, con la salvedad que no existe alcohol de por medio. Además, hay que considerar que hablar por teléfono celular no sólo distrae cognitivamente la capacidad de tomar decisiones acertadas del conductor, sino que también multiplica la posibilidad de sufrir un siniestro de tránsito. No hay que olvidar que la conducción  es una actividad de altísima complejidad, realizada por aficionados en su mayoría . Si se considera que un conductor toma en promedio 16 decisiones por kilómetros conducido, el uso de teléfonos aumenta este proceso de complejidad.

En cuando a la conducción desatenta, ésta ocupa el primer lugar en los accidentes ¿a qué se debe que esta cifra sea tan alta?¿Se toma con ligereza?¿Por qué hablar por celular, maquillarse o revisar un correo produce la mayor cantidad de accidentes, pero a la vez, no de muertes?

La principal causa de la baja atención que se le presta a este tipo de conductas se debe principalmente a la baja incidencia que se le asigna.  Los conductores no consideran que estas acciones sean una conducta de riesgo, lo que genera habitualmente que se produzcan estas distracciones al volante. Además, el conductor chileno suele adoptar conductas de riesgo en sus traslados, ya que tiene la costumbre de conducir muy pegado, sin mantener una distancia prudente y razonable con el vehículo que nos antecede, lo que producen las habituales colisiones por alcance. Otro factor importante, está relacionado con la congestión vehicular. Al tener traslados urbanos más tediosos y lentos, los conductores tienden a distraerse con mayor facilidad.

¿De qué forma se debería regular y disminuir estos números?
Hay que trabajar sobre la base de la fiscalización electrónica, aumentar las penas por este concepto, educar y sensibilizar.

Fuente: Automóvil Club de Chile

 

 

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