El Presidente de la República Sebastián Pilera encabezó hoy en La Moneda la conmemoración de los 40 años del Golpe de Estado de 1973.
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Piñera comenzó un discurso de unos 20 minutos en el que no usó la palabra “dictadura”, afirmando que las responsabilidades que llevaron al quiebre institucional fueron de todos los sectores “aunque ello no significa que las responsabilidades sean equivalentes pero si significa que estas responsabilidades fueron mucho más compartidas de lo que algunos todavía sostienen”.
El Presidente contextualizó lo ocurrido en Chile dentro de la Guerra Fría y aseguró que una intervención foránea de esta naturaleza “no se debe volver a permitir”.
Luego, Piñera hizo diferencia entre responsabilidades penales, políticas y morales. “Hay algunos que quieren creer que todas la responsabilidades caen en quienes cometieron u ordenaron cometer las violaciones a los Derechos Humanos. esta posición es correcta en materia penal, pero es insuficiente y parcial respecto del otro tipo de responsabilidades. En mi humilde opinión también tienen responsabilidad quienes no respetaron el Estado de Derecho y promovieron el odio y la intolerancia” afirmó Piñera.
El mandatario sin embargo apuntó a “quienes ejercieron altos cargos en el Gobierno Militar que por su investidura o influencia en esta época, y conociendo estos hechos, pudieron alzar su voz para evitar estos abusos y muchas veces no lo hicieron, porque subordinaron los principios a sus intereses”.
Piñera insistió en el papel del Poder Judicial “un poder que por mandato de la Constitución y las leyes le correspondía cautelar los derechos de las personas y que pudiendo haber asumido una actitud más resuelta en defensa de los Derechos Humanos no lo hizo”
El Presidente apuntó a los medios de comunicación que “no informaron con la veracidad de los graves atropellos a los Derechos Humanos“. Piñera fue categórico al decir “ninguno de los hechos causas o errores justifican los atropellos a la vida” y finalmente afirmó que “quienes tengan información relevante tienen la obligación moral de revelarla”