Centenares de chilenos que residen en el exterior se sumaron hoy a una campaña para exigir el derecho a votar en las elecciones de su país, una demanda pendiente desde el fin de la dictadura, en parte por las suspicacias de la derecha sobre la tendencia política de los exiliados.
Con el lema “Haz tu voto volar”, esta campaña ha sido organizada a través del correo electrónico y de las redes sociales, a las que los chilenos han enviado fotos en las que se les ve alzando aviones de papel con la bandera chilena, símbolo de la iniciativa.
Mientras en Chile continúa la resaca por las Fiestas Patrias, residentes en Australia, Nueva Zelanda, China, Suecia, Inglaterra, Alemania, Francia, España, Estados Unidos y Venezuela han mostrado ya su apoyo en Facebook a esta dispersa movilización, la tercera que se convoca este año.
Los chilenos exigen que el presidente Sebastián Piñera cumpla con su compromiso de otorgarles derecho al voto, una deuda pendiente desde el restablecimiento de la democracia, en 1990, y a la que parte de la derecha ha sido reticente.
Muchos chilenos partieron al exilio durante la dictadura, pero pasados ya 23 años de democracia, ahora muchos residentes en el exterior son ciudadanos que cambiaron de país por otros motivos.
“De acuerdo a las últimas cifras, sabemos que sólo el 13 % de los chilenos en el exterior son exiliados. El resto son trabajadores o estudiantes”, cuestionó recientemente la excanciller y senadora opositora Soledad Alvear.
La Constitución actual, establecida en 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet, establece que todos los chilenos mayores de 18 años y no condenados a penas aflictivas tienen derecho a voto.
Así, la plataforma ciudadana explica, en un documento disponible en Facebook, que los chilenos en el extranjero sí tienen derecho a voto, pero hace falta una ley que indique cómo se implementará.
Con ese objetivo, en diciembre de 2010 el actual Gobierno envió al Congreso dos proyectos de ley. Uno es la reforma constitucional que permite el voto en el exterior para elecciones presidenciales y plebiscitos y el segundo es un proyecto de ley que regula ese derecho.
La reforma constitucional fue rechazada en el Senado en mayo de 2011 y el Gobierno decidió entonces retirar también el proyecto de ley, ya que estimó que éste no resultaba factible si no se lograba primero la reforma a la Carta Magna, según se explica en una web gubernamental.
En octubre de 2011, el Gobierno volvió a presentar la reforma constitucional ante una comisión de la Cámara de Diputados.
En el último mes, el proyecto ha sido aprobado en el Senado. Una vez termine su tramitación, para la que aún faltan varios pasos, se deberá recorrer el mismo camino con el proyecto de ley que complementa esta reforma.
Los chilenos tienen quejas sobre la forma y también sobre el fondo de este proceso. Según afirman, esta reforma constitucional es innecesaria y solo haría falta que el presidente envíe el proyecto de ley y que éste sea aprobado por el Congreso.
Además, denuncian que esa reforma solo reconoce su derecho a participar en elecciones presidenciales y plebiscitos nacionales, lo que deja fuera las elecciones parlamentarias, y además les exige inscribirse en los consulados ante cada nueva elección, y no una sola vez.
También se oponen a que se pueda pedir algún tipo de vínculo con el país, como haber abandonado el país hace menos de cinco años, tal como piden políticos de la Alianza conservadora.
“(El voto en el exterior) me parece súper razonable siempre que haya algún tipo de conexión de la persona con el país”, dijo este viernes la candidata presidencial oficialista, Evelyn Matthei.
“El domicilio no hace la chilenidad, no se deja de ser chileno por vivir dentro o fuera de Chile “, replicó por su parte el también candidato Marco Enríquez-Ominami, exsocialista, que vivió su infancia exiliado en Francia.
En todo caso, dado el ritmo legislativo, los residentes en el exterior no podrán votar por ellos en las elecciones del próximo 17 de noviembre y deberán esperar al menos hasta los comicios de 2017 para ver si su anhelo se hace realidad.
