Kings of Leon y su nuevo disco: "La gente piensa que siempre estamos en ácido"

La tercera producción de los rockeros se llama como ellos y parece una reafirmación de su identidad. "Nunca nos hemos alienado intencionalmente de nadie", dicen.

La tercera producción de los rockeros se llama como ellos y parece una reafirmación de su identidad. “Nunca nos hemos alienado intencionalmente de nadie”, dicen.

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En su momento, incluso los vírgenes cantaban “Sex on fire”. Esto porque los King of Leon eran el rock’n’ roll hecho carne, incluyendo un disco multiplatino, “Only by the night” (2008), modelos de lencería y excesos con drogas.

Esos excesos llegaron a su cénit en 2011 cuando la banda conformada por los tres hermanos Followill, Caleb, Nathan y Jared más su primo Matthew Followill terminaron abruptamente su tour tras el colapso de Caleb en Dallas. Pero ahora, dos años después, los reyes vuelven a reclamar su trono.

El sexto álbum de la banda, “Mechanical Bull”, es una vuelta en gloria y majestad, con toda la franqueza de sus primeros discos. “Hubo un esfuerzo consciente por tener más energía en este álbum”, cuenta Jared.

Eres reconocido por tu gusto por el alcohol. ¿Eres un borracho feliz o triste?
-Soy un borracho raro. Nadie sabe cuando estoy borracho, puedo beber mucho, pero no hablo enredado, y mucho menos me caigo o algo así. He tenido conversaciones de 30 minutos con personas de las que no me he acordado de nada porque estaba borracho, y me dicen: “¡Pero si te veías tan sobrio!”. Soy muy raro, debería ir al hospital o algo así.

¿Crees que el hedonismo de los primeros años de tu carrera era una forma de rebelarse ante tu origen religioso?
-No conscientemente, pero definitivamente me sentía como un animal que sacaban de su jaula. Creo que cada persona criada en la Iglesia Pentecostal que haya huido de ahí debe haber enloquecido por un par de años. Los ves y los reconoces porque o tienen pelos ridículos o son chicas muy desvestidas.

Ustedes aman la música rock en contraste a la música de iglesia. ¿Es eso parte de su escapismo?
-Es, como dices, una forma de rebelión. Pero no muy consciente. Cuando estábamos creciendo nuestros padres no nos dejaban escuchar nada, salvo música de los 50. Pero recuerdo que las veces que lograba escuchar un poco de Nirvana, Oasis o incluso Bush en casas de amigos me daba cuenta de lo genial que era eso.

¿Si no te hubiera dado esa crisis en 2011, habrías seguido así?
-Creo que en ese punto ya ni siquiera éramos hedonistas, sino sólo borrachos. La gente piensa que consumíamos drogas todo el tiempo, pero no era tan así. Obviamente fumábamos hierba y todo eso. Incluso en 2011 bebíamos mucho, pero no creo que mi colapso haya sido necesariamente por el alcohol.

¿Qué drogas tomaban?
-La gente piensa que siempre estamos en ácido, pero lo cierto es que lo tomamos una sola vez, para probar. Todo lo probábamos una vez. Tuve un muy mal “viaje” porque fui a una fiesta de disfraces tras un concierto de U2 y terminé viendo monstruos, por eso no lo hice de nuevo. Me dio tanto miedo que incluso pensé en dejar la banda y volver a la iglesia.

También fueron conocidos por acostarse con todas las mujeres que pudieran. ¿Alguna vez les tocó compartirlas?
-No, y definitivamente no traté de meterme a la cama con tantas chicas como fuera posible. No me interesaba ser Wilt Chamberlain, soy raro para esas cosas también. No me gusta beber después de otra persona, ni siquiera si el trago es mío. Aunque esté lleno, lo voy a dejar y no lo seguiré tomando.

 

Por: Richard Peckett / Publimetro Internacional

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