Senadores de ambos lados están de acuerdo en "no apurar" la ley del lobby

Senadores de la oposición y del oficialismo coincidieron en rechazar varias de las enmiendas formuladas por los diputados al proyecto de ley que regula el lobby, iniciativa que fue despachada a Comisión Mixta para resolver las diferencias surgidas en la tramitación del proyecto entre ambas Cámaras.

La propuesta fue respaldada en tercer trámite legislativo por 22 votos a favor y dos abstenciones, pero con la misma votación se rechazaron cinco artículos de la normativa, los que deberán ser analizados en comisión mixta de senadores y diputados.

El senador de la Democracia Cristiana (DC) Mariano Ruiz Esquide, fue uno de los dos senadores que se abstuvieron de votar la propuesta, argumentando que “no me parece que el proyecto sea lo suficientemente drástico para evitar lo que se ha llamado el mal lobby o las bondades o falencias que tiene el proyecto”.

“No me gusta que lo establezcamos como un elemento y una institucionalidad del país, el que personas se dediquen a esta tarea porque esto es -perdónenme la comparación, no quiero ofender a nadie- pero tengo la impresión que esto es como las viejas conductas de hace 200 o 300 años que a los piratas se les daba cierta patente de corsarios. La verdad que yo no los quiero ni de corsarios, ni de piratas, quiero que no existan”, dijo Ruiz-Esquide.

El senador Eduardo Frei (DC), en tanto, comentó que “somos muchos los que pensamos que el proyecto está incompleto y por eso acelerar esto, no es conveniente”.

No obstante, precisó que si rechaza la propuesta se va a decir que uno está a favor de la corrupción, “porque al final para la opinión pública ‘entre comillas’, este es un proyecto para el Parlamento, para controlar los lobbies en el Parlamento, porque como se dice que todos los parlamentarios somos ladrones y corruptos, hay que sacar una ley para que los lobistas se sepan quienes son y que vienen a hacer sus influencias acá, no está pensada para todos los funcionarios públicos”, señaló.

Frei sostuvo que el proyecto “tiene vacíos importantes y hay que corregirlos porque si no, podemos convertir esta ley en una burocracia para los parlamentarios, que los va a inmovilizar. Yo los quiero ver cuando tengan que aplicar esta ley, porque no van a poder ocupar el teléfono, el computador, no van a poder tener reuniones con nadie porque los van a estar acusando”.

El senador de Renovación Nacional (RN) Carlos Larraín, también manifestó sus “reservas” sobre el alcance del proyecto, precisando que en tiempos en que se pide a las autoridades estar muy cerca de los votantes, y los parlamentarios son autoridades, “se está creando una cantidad de filtros, biombos, protecciones, muros que va a tener a los parlamentarios al menos completamente aislados”.

“No sé cómo un parlamentario va a poder administrar toda la cantidad de información que va a tener que procesar y después informar”, acotó.

Larraín agregó que “las leyes no salen de un laboratorio, esta ley salió de un laboratorio, pero un laboratorio completamente desconectado de la realidad. Esta ley va a ser la fuente de un sinfín de dificultades, creo que va a paralizar a las autoridades. Creo que lo que se quiere evitar, la interferencia indebida por medios ilícitos, eso va a seguir tan campante como siempre”.

El senador RN comentó que las “enormes presiones que ejercen algunas instituciones u organizaciones que se declaran altruistas al hiper cubo, van aquedar fuera de la pantalla de esta ley y vamos a quedar sometidos a esas actividades que son inorgánicas. Yo prefiero que se pueda conversar con todo el mundo. Creo que esto está gobernado por la ideología de la transparencia, que es otra forma de ideología, esto de que todo el mundo tiene que ser como un cristal belga”, apuntó.

La unanimidad de los parlamentarios rechazaron los artículos 4°, 6°, 9°, 13° y segundo transitorio, debido a las diferencias que mantienen los senadores con la normativa aprobada en la Cámara de Diputados.

Estas normas se refieren principalmente a la instancia encargada de llevar el registro central de lobbistas, la transición del proyecto de ley y la aplicación misma del texto.

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