Día 6 de "Temp": "La trabajadora temporal contempla las ruinas de Detroit"

Mi fin de semana fue un fiasco social. Ayudé a mi hermana a pintar de amarillo el baño de su sótano, mientras que la reunión programada con el señor Xu fue cancelada a último minuto porque su jefe lo llamó y le dijo que tenía dos tiquetes para una pelea de boxeo en la Civic Arena. A veces una chica debe reconocer cuando ha sido derrotada. 

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El lunes en la mañana Amy me dejó en el trabajo justo a tiempo para ver cómo una grúa se llevaba las cáscaras que habían quedado del Shelby GT 500 modelo 1968 de Kevin Taylor que se rostizó en el incendio del viernes en el almacén. Kyle llegó cuando Amy me dejaba. Estaba muy triste, era como ver salir a una ballena encallada en la playa que va a ser dinamitada y convertida en pedazos. 

“Detroit alcanzó su cúspide con la creación de ese carro”, afirmó Kyle. Y le dio un saludo. Amy dijo: “Miren cómo está de pequeño, en comparación con mi auto”.

Los comparamos y tenía razón. Su Hyundai Elantra es casi del mismo tamaño que el gigante Mustang 1960, y pese a ello pensamos que los carros modernos son como una fotocopia con ruedas de los coches de antaño, mientras que el Mustang… Ese sí es un carro. 

Kyle preguntó que qué hacía ese carro en el almacén.

“¿Puedes guardar un secreto?”, le pregunté.

“Claro, ¿qué pasó?”.

“Kevin Taylor iba a vender ese carro para pagar las deudas que su esposa contrajo por culpa de su adicción al casino”.

“¿De verdad?”.

“De verdad. $ 120 de los grandes. Accidentalmente escuché una conversación cuando hablaba por el altavoz”. 

“Pobre tipo. Mi padrastro despilfarró 25 mil dólares de un solo tajo en un fin de semana”. Se detuvo un momento y disparó: “¿Vas a volver a verte con el sujeto del Kung Fu?”.

“¡Kyle! Eso es increíblemente racista. Y si así fuera, ¿en qué te afecta?”.

“Es simple curiosidad. ¿De qué cosas hablan, de las películas de Gong Li o de los luchadores terracota?”

“Esta conversación se terminó”.

“Así que algo está pasando”.

Suspiré. “Bueno, um, estamos trabajado en un proyecto”.

“Un proyecto”.

“Haces que suene depravado. Estamos trabajando en una plataforma empresarial platónica. Él es un chino muy amable y conservador”. 

“Bueno, entonces no me digas”.

“¿Cuándo sabes si te dieron el trabajo en la refinería?”.

“Tal vez esta semana”.

“¿Eso que estás cargando es una entrega para TKW?”.

“Sí, lo es”.

La forma de desviar la atención la tomé de él. “Gracias”. Me acerqué silbando al edificio como quien trata de ser misterioso. Adentro vi que la Sara número 1 me estaba esperando. Qué buena forma de empezar la semana.

“Hola Sara”.

“Hola Shannon”.

Recordé mi compromiso de ser más amable con las Saras que quedaban en la oficina. “¿Puedo ayudarte en algo?”.

“Shannon, ¿podemos ir a almorzar hoy?”.

Hablando de sorpresas. “¿En serio?”.

“Sí”.

La vida es extraña. “Ok”.

“Nos vemos en la portería al mediodía”.

“Hecho”.

Continuará…

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