Corría enero del 2011 cuando el entonces presidente de Perú, Alan García, realizó una visita de Estado a nuestro país. El viaje del ex mandatario se producía en medio de la demanda interpuesta por su gobierno contra Chile.
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Esa visita no pasó para nada desapercibida, puesto que García fue condecorado tanto por el congreso como por el gobierno chileno. En la ocasión, el presidente Sebastián Piñera le impuso la Orden de Bernardo O’Higgins (Gran Cruz) en un gesto oficial de amistad.
Hoy, ad portas del fallo de La Haya, resurgen las voces críticas a tales condecoraciones, como la del ex canciller durante el gobierno de Bachelet, Mariano Fernández, quien consultado sobre si fue un error, señala:
“Por supuesto. No se condecora a quien nos demanda, particularmente si tenemos la convicción de que no hemos cometido falta alguna”.
El diplomático también recuerda su paso por el Ministerio de Relaciones Exteriores: “Me correspondió como ministro el período de preparación y presentación de la contramemoria. Esta tarea se llevó a cabo con los más destacados juristas y expertos chilenos de todos los colores, de tal manera que lo que hemos presentado en La Haya es lo mejor que podía presentarse”.
Ya con el veredicto encima, Fernández es optimista y tiene “la convicción de que el fallo podría ser perfectamente favorable a nuestros intereses”. Asimismo, él espera “que ambos países acaten y que las tensiones no se produzcan o puedan ser controladas, sin mayores problemas”.
Ahora “se abre la puerta para un dinámico proceso de integración urgente para nuestros países y para el conjunto de América Latina”, concluye el ex canciller, coincidiendo así con la mirada de futuro que debe primar, según el llamado de ambos gobiernos.