Columna de Joel Poblete: "Gran estafa gran"

Aunque inició su carrera como cineasta hace ya dos décadas, incluyendo títulos interesantes y subvalorados como “Tres reyes” y la curiosa “I Heart Huckabees”, ha sido recién en los últimos cuatro años que David O. Russell se ha convertido en uno de los niños mimados del Hollywood actual, con tres películas seguidas que han encantado al público y fueron nominadas al Oscar a la mejor del año y a mejor director, además de ganar tres trofeos para sus actores: “El vencedor”, “El lado bueno de las cosas” y ahora “Escándalo americano”, actualmente postulando a diez estatuillas y con la que por segundo año consecutivo el realizador consiguió que sus cuatro protagonistas estén nominados en cada una de las categorías actorales de los premios de la Academia.  

Más allá de los datos de trivia, hay que reconocer que Russell tiene un gran talento visual y narrativo y es particularmente hábil como director de actores (no cualquiera consigue que Isabelle Huppert acepte filmar en Hollywood, o que el gran Robert DeNiro se luzca de verdad en un personaje reciente más allá de la caricatura o imitarse a sí mismo). En este nuevo film vuelve a confirmarlo, en una comedia con toques de drama y romance, ambientada en Nueva York en 1978 e inspirada en hechos reales, en la que dos astutos estafadores (Christian Bale y Amy Adams) se ven obligados a ayudar a un agente del FBI (Bradley Cooper) en una operación que permitiría culpar a importantes congresistas e involucrar de paso a un carismático alcalde de New Jersey (Jeremy Renner).  

Como era de esperar, desde el inicio, cuando vemos al protagonista meticulosamente preparando su método para disimular la calvicie, queda claro que la recreación de época será una delicia, con un impecable despliegue de peinados, pelucas, vestuarios y locaciones, acentuados por la banda sonora, que va desde un clásico como Duke Ellington y su “Jeep’s Blues” hasta Electric Light Orchestra, Donna Summer, Elton John, Tom Jones, los Bee Jees y Paul McCartney, entre otros. Russell se luce en el soundtrack, pero por momentos y como ya ocurría en su película anterior, queda la sensación de que podría haber recurrido a hits menos obvios y predecibles. Un detalle menor, considerando que desarrolla un relato con un ritmo sólido y avasallador, que sabe alternar entre el frenesí y los instantes más íntimos, con un guión muy detallista y certero en sus observaciones sociales, exponiendo a personajes a menudo patéticos y con muchos rasgos negativos, pero que logran que el espectador empatice con ellos, especialmente por el buen nivel de sus actores, con Amy Adams en el rol más complejo y de mayor desarrollo de un elenco que también brilla en sus roles secundarios (incluyendo más de alguna sorpresa).

Tal vez el cineasta peca de autoconciencia y exagera en el tono grandilocuente y ambicioso que adoptó para contar la historia, quizá la duración de casi 140 minutos es excesiva y puede que los críticos y medios estadounidenses hayan ido demasiado lejos al considerarla “la mejor película del año” (además de las reiteradas comparaciones con el cine de Scorsese o el Paul Thomas Anderson de “Boogie Nights”), pero de todos modos “Escándalo americano” es una producción irresistible y muy entretenida, que evoca el aura de títulos como “El golpe” y “La gran estafa” y supera holgadamente al promedio de la producción hollywoodense que abunda en nuestra cartelera. Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

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