Feministas piden salida de subsecretario designado por "agarrón" en el Metro

Miguel Moreno, nombrado en Bienes Nacionales enfrentó una sentencia por “ofensas al pudor” contra una mujer. La Corporación Humanas y la Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres, pidieron que no asuma el cargo

Aunque hasta el cierre de esta edición no había un pronunciamiento oficial desde la Nueva Mayoría, la pista se puso cuesta arriba para Miguel Moreno, designado subsecretario de Bienes Nacionales por Michelle Bachelet. Pero con una sentencia por “ofensas al pudor” luego de que una mujer lo denunciara por tocar sus glúteos en una estación del Metro

Su partido, el Radical Socialdemócrata, que apenas se conoció la sentencia en su contra, desestimó su verdadera responsabilidad, ayer salió a rectificar su posición.

Ricardo Navarrete, vicepresidente de la colectividad dijo que la situación era “bochornosa, lamentable, penosa, y deberá ser evaluada por los equipos políticos del gobierno que va a asumir para tomar una decisión al respecto”, dijo.

Además, Navarrete insinuó que Miguel Moreno puede hacer algo similar a lo de Claudia Peirano, quien decidió renunciar antes de asumir. “A quien corresponde tomar en primer término una decisión es el propio implicado; él deberá evaluar en su mérito -con los antecedentes que nadie mejor que él conoce-, la conveniencia o no de seguir en la nominación de la que ha sido objeto”, afirmó Navarrete.

Más tarde, aunque sin nombrarlo de manera explícita, el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, admitió que “hubo desprolijidad en algunos nombramientos”.

Además de los políticos, algunas organizaciones feministas se sumaron a las críticas, ampliamente disponibles en redes sociales. A juicio de Kena Lorenzini, sicóloga y vicepresidenta de la Corporación Humanas, “suele ser como un chistecito lo del agarrón, pero es violencia sexual, porque las mujeres no tienen por qué ser manoseadas. Esto no es una expresión de cariño, sino la idea de que las mujeres están ahí para eso. Menos mal que nadie ha salido diciendo que fue culpa de ella”.

La feminista asegura que “las mujeres nombradas por Michelle Bachelet, que conozco, son feministas, igual que Gloria Maira, no sé si van a presionar directamente, pero lo van a presentar en sus partidos como un asunto que hay que resolver y lo encuentran grave, no me cabe duda. Las feministas hace tiempo estamos condenando la violencia hacia las mujeres en todas sus formas”.

Una opinión similar, pero un poco más pesimista tiene la abogada feminista Lorena Astudillo, una de las coordinadoras de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, Astudillo cree que la situación demuestra la poca importancia que la sociedad da a las mujeres, y la debilidad de las instituciones encargadas de protegerlas. Por eso sería una señal esperanzadora.

“Los agresores de mujeres no debieran estar en cargos públicos, ninguno. Por lo tanto que hoy día los partidos políticos que se están disputando la pureza, que revisen a los cores, a concejales, diputados. Nos alegramos de que a mucha gente le parezca grave y que la condena sea masiva. Para los que ejercen cargos públicos y para el ciudadano común que hace exactamente lo mismo”. Para Astudillo, este error es comparable a lo que dejó fuera a Claudia Peirano.

“Se considera más grave que alguien diga ‘estoy a favor del lucro’ a que una mujer la agredan sexualmente en la calle. Porque está naturalizado y las mujeres importamos poco para esta sociedad. Sería una muy mala señal que él se mantuviera en el cargo, porque nos damos cuenta que las cosas siguen tal cual. Sería una buena señal de los políticos y para los ciudadanos y para la sociedad que se fuera”.

“Estamos hablando de violencia sexual con tocaciones que no son consentidas por la persona. Una autoridad debe ser siempre intachable”

Cecilia Pérez ministra Secretaria General de Gobierno

“Queremos preguntarle a la ministra del Sernam si ella está de acuerdo o no con la nominación del subsecretario de Bienes Nacionales”

Joaquín Godoy diputado de Amplitud

“Debe existir una discusión seria y objetiva sobre los estándares mínimos que debe tener una autoridad, especialmente en un gobierno que se supone defiende los derechos de las mujeres” Karla Rubilar diputada de Amplitud

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