Durante casi un año, Roberta Firstenberg no había tenido fuerza para dejar su cama. Cuando los médicos le informaron que le quedaban apenas unos meses de vida, confesó a Priscilla, su nieta, que tenía un último deseo: salir de su casa. Fue entonces que la joven puso manos a la obra. Envió una carta a Oculus Rift, un sistema de realidad virtual, y explicó a los desarrolladores su situación; éstos respondieron enviándole un dispositivo inmediatamente.
Gracias a la tecnología de estos lentes, Roberta pudo visitar diferentes partes del mundo antes de morir cuatro semanas después.
Pueden ver el video a continuación.
Traducción:
Mi nombre es Pri…
Vivo en Seattle, donde hago arte para videojuegos. Mi abuela fue diagnosticada con cáncer y ha estado confinada a su hogar, en pocas ocasiones tiene la fuerza para salir…
últimamente había expresado que deseaba viajar o tan sólo caminar en su propio jardín. Desafortunadamente es demasiado débil…
Envié un correo electrónico a los desarrolladores de Oculus Rift y les pedí que ayudaran a mi abuela a caminar afuera una vez más…
Ese mismo día me enviaron unos lentes.