Columna de Joel Poblete: "Guardianes de la galaxia”: nace una nueva saga Marvel"

Desde que hace ya más de 15 años la poderosa Marvel Comics comenzara a tomarse en serio las adaptaciones fílmicas de sus historias y personajes, el panorama cinematográfico mundial se ha visto remecido e invadido por diversas producciones, algunas con mejores resultados que otras, tanto en recaudaciones como en calidad artística. “Blade” y sus secuelas, la trilogía original de los “X-Men”, el “Spiderman” de Sam Raimi y sus continuaciones, el “Hulk” de Ang Lee y “Daredevil” figuraron entre los largometrajes surgidos de este impulso en la década pasada; algunos fueron un acierto comercial que también dejaron satisfechos a los críticos, mientras otros un fiasco en taquilla, pasando sin pena ni gloria. 

Pero la maniobra se convirtió en una verdadera avalancha a partir de 2008, cuando Marvel Studios, ahora como parte de los estudios Disney, estrenó la exitosa “Iron Man”, a la que han seguido otras dos secuelas, una nueva cinta de “Hulk”, dos de “Thor” y dos de “Capitán América”, además de ese fenómeno planetario en que se convirtió hace dos años “Los vengadores”. Si bien no todos han tenido el mismo nivel visual y narrativo como películas, los nueve largometrajes estrenados desde entonces han convocado a numerosas audiencias en todo el mundo, extendiendo su alcance mucho más allá de los fanáticos de los cómics, porque aunque estos sigan siendo el público principal, estas producciones ya son ineludibles en la cartelera y hasta se puede decir que se han convertido en parte del inconsciente colectivo.

En ese contexto, el debut de este décimo largometraje del llamado “universo cinematográfico” de Marvel es una nueva apuesta, un desafío que podría dar inicio a una nueva saga. Basado en los personajes de los cómics que comenzaron a editarse precisamente en 2008, el film se centra en Peter Quill, un piloto que encabeza un quinteto de personajes inadaptados, quienes deben unir sus fuerzas y convertirse en equipo pese a sus diferencias, cuando el robo de un “orbe” podría convertirse en el punto de partida de una verdadera “guerra de las galaxias”. 

Los guiños a la saga “Star Wars” en estos “Guardianes de la galaxia” parten desde su afiche y la premisa argumental, como también de la mezcla de fantasía interplanetaria, batallas, abundancia de efectos especiales y elementos románticos. Ni las escenas de acción, los aspectos visuales o el relato mismo son particularmente innovadores, tal vez es más larga de lo necesario y de seguro no harán cambiar de opinión a quienes suelen eludir este tipo de productos en la cartelera; pero de todos modos en su conjunto la película cumple con lo que ofrece, entretiene e intenta desarrollar un sello propio, porque sus personajes logran ganar la simpatía del espectador gracias a muchos toques de humor y las recurrentes alusiones a la cultura pop del protagonista, que incluyen el uso de clásicas canciones que permiten una conexión con el espectador. 

En ese mismo sentido, en vez de optar por un tono grandilocuente y demasiado épico, “Guardianes de la galaxia” esquiva las solemnidades, y siempre que algo parece estar a punto de asumir un matiz más cliché, surge algún chiste que de seguro se gana al espectador, habitualmente gracias a los personajes de Rocket y Groot, con las voces del cada vez más cotizado actor Bradley Cooper y Vin Diesel, respectivamente. Ambos tienen las mayores posibilidades de lucimiento en un elenco que incluye nombres muy llamativos y algunos habitualmente sólidos, como Glenn Close, John C. Reilly o Benicio del Toro, quienes sin embargo deben conformarse con apariciones breves, anecdóticas y sin demasiada relevancia. 

Pero si hay alguien en esta producción que en verdad “se roba la película” con su carisma, y para muchos será una revelación, es el actor estadounidense Chris Pratt, quien a sus 35 años y luego de destacar en años recientes con sus personajes secundarios en la comedia televisiva “Parks and Recreation” y en películas como “Eternamente comprometidos” y las nominadas al Oscar “El juego de la fortuna” y “La noche más oscura”, está sin duda en su mejor período fílmico a nivel internacional: este último año, primero apareció en la elogiada “Her” y luego fue la voz del protagonista de una de las grandes sorpresas de la temporada, el sólido film animado “La gran aventura Lego”, y ahora su Peter Quill es un divertido y encantador protagonista, que recuerda en más de un aspecto al Han Solo que hace más de tres décadas lanzó a la fama a Harrison Ford. El tiempo dirá si esto se cumple con Pratt, así como también permitirá dimensionar el impacto que pueda tener en el público esta nueva saga cinematográfica, mientras en estos días ya se confirmó que habrá una segunda parte. 

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