Columna Vertebral de Felipe Avello: "Balance (ocho meses)"

Esto lo escribí el 2 de enero de este año:

Planes para este año 2014 que recién comienza (será mi año, lo decreto):

No me enfermaré. Comeré más frutas. Aprenderé a hablar inglés, Tomaré menos. Tendré más temas de conversación con mi señora (está difícil). Dormiré más. Iré al dentista a concluir mi tratamiento de conducto. Haré el amor con un hombre sólo para saber qué se siente. Comeré más lento y sin tanta ansiedad. Empezaré a pensar en mi señora cuando estoy teniendo relaciones con ella. Evitaré mirar con deseo a la muchacha del aseo del edificio. Conversaré más con el conserje para no olvidarme del Chile real. Iré a la casa de mis suegros más contento.

Fin

Transcurridos ocho meses, éste es el balance:

He pasado todo el año resfriado, en el verano me dio con romadizo, en marzo apareció la fiebre, mayo fue de dolor de garganta, junio y julio fue fiebre, romadizo y dolor de garganta, y en agosto se agregó el dolor de huesos.

En vez de ir a la casa de mis suegros más contento, opté simplemente por dejar de ir. Igual les mando a decir con mi señora que me encanta visitarlos, pero que no puedo ir porque ando muy resfriado, y no quiero contagiarlos (lo que es verdad, aunque no me molestaría contagiarlos).

La muchacha del aseo resultó que era peruana, de la selva, de esas peruanas medias guaraní, alta, de tronco largo, y piernas cortas. Nunca pude llevármela a mi departamento, siempre estaba el conserje chismoso merodeándola, el viejo cochino la quería para él no más.

Con el conserje (viejo cochino), hablamos harto, estamos cada vez más amigos, pero más que hablar del Chile real (es peruano y lleva un mes en Chile), hablamos de sexo.

No he comido frutas en todos estos meses, lo más cercano ha sido el vodka sabor pera que tomo semana a semana sin medida.

He tomado como nunca este año, y no me arrepiento porque lo he pasado excelente, lo único malo es que me engordó la cara, aunque igual pasó piola con barba.

Me inscribí en un curso para aprender inglés, pero sólo asistí a three class (tres clases).

Duermo cada vez más. Antes me levantaba a las 12 y con sentimiento de culpa, ahora me despierto a las 14 horas y todavía siento que me faltan unas horitas en la cama.

Como cada vez más rápido, ahora ni siquiera me alcanzo a sentar, como parado sacando cucharadas de la olla.

No he ido al dentista, el diente enfermo se está poniendo negro, la encía también, no hay buen olor. Comienzo a preocuparme.

Con mi señora optamos por no forzar las cosas, si no tenemos ganas de hablar, simplemente disfrutamos de la mutua compañía y del silencio. De abril que no le dirijo la palabra.

Aún no me he acostado con un hombre, pero mientras estoy con mi esposa, imagino que soy yo el que está siendo embestido en lugar de ella. La vida sexual comienza a mejorar.

Y aún quedan cuatro meses.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

Tags

Lo Último


Te recomendamos