En abril de 2012 el ministerio del Interior a través del Plan Estadio Seguro prohibió el ingreso de bombos a los estadios por considerar que “incitan a la violencia” y sirven de contenedor para drogas y armas blancas, según explicó en su momento el jefe de la entidad, Cristián Barra
En enero de 2013, un grupo “transversal” de diputados, Ramón Farías (PPD) Marcelo Díaz (PS) y Marisol Turres (UDI) presentó un proyecto para revocar la medida modificando la Ley de Violencia en los Estadios pero no fue bien recibido por el gobierno de entonces. De ese grupo Marisol Turres continua empujando para que el pulso del tambor vuelva a marcar los canticos de las barras.
“Era absolutamente necesario tomar medidas para garantizar la seguridad del público que asiste a los estadios de los jugadores y de los árbitros y también de la gente que vive cerca de los estadios.
sin embargo creo que la medida de sacar los bombos de los estadios no ha sido efectiva porque hemos seguido teniendo actos de violencia dentro de los estadios. Y el espectáculo ha perdido mucho. Es harto más dome ir al estadio sin los bombos que puedan animar a las barras” dice Turres.
“En lo que si puedo concordar que a lo mejor el bombo era un elemento de poder y que a lo mejor lo manejaban personas que no eran los mejores líderes positivos dentro de las barras. Pero no me vengan a decir que ingresaban cuchillos o drogas adentro, si eso es fácil de detectar con perros, hay medidas que pueden asegurar que los bombos no sean utilizados para ingresar elementos que puedan provocar daños”, agrega.
Después del fracaso en las gestiones con el gobierno anterior, el panorama se ve algo más alentador ahora. “Hablamos con (José) Roa hace un par de meses y él se comprometió a revisar el Plan Estadio Seguro y tomar una decisión respecto de los bombos. Además me parece absurdo que se prohiba de Arica a Magallanes cuando sabemos que hay estadios donde no hay riesgo y donde uno o dos bombos no alteran en nada el desarrollo de un partido” afirma la legisladora.
Por último Marisol Turres, hincha declarada de la Universidad de Chile, cree que “Si hubiera voluntad ni siquiera seria necesario modificar la ley bastaría con modificar el reglamento y permitir que vuelva la fiesta al estadio”. En efecto, la esperanza de la diputada es que la medida se revoque y los bombos regresen para animar la próxima copa América
