El estudiante estadounidense de 17 años Kai Kloepfer desarrolló un arma de fuego que para ser activada se necesita un lector de huellas digitales, con la finalidad de evitar accidentes.
El arma guarda hasta 999 huellas previamente registradas. Éstas se almacenan localmente en un chip sin conexión a Internet, lo que lo hace más seguro.
El gatillo sólo se activa si reconoce la huella del usuario, para evitar que los niños, personas con tendencias suicidas o desconocidos activen el arma, tal como lo informa el sitio Smart Tech Foundation.
Recientemente este prototipo ganó el premio Smart Tech for Firearms Challenge, que reconoce las soluciones de seguridad más innovadoras en armas de fuego, en el cual ganó 50 mil dólares.
En la galería de imágenes encontrarán el prototipo del arma de fuego.
