Víctor Valenzuela: "Los Vientos de Septiembre"

Se fue septiembre y los vientos estuvieron revueltos en materia de prácticas empresariales. En el mes se rompieron todos los record gracias al aire reinante de nuestra institucionalidad fiscalizadora. Como nunca en la historia, salieron a la luz el “Caso Cascadas”, el “Caso Penta” y el “Caso Pollos”. Todos con mayúsculas pues cada uno es, “EL” caso en materia de libertad económica. Cada uno, por sí mismo,  se convertirá en caso de estudio en las escuelas de Derecho y de Economía. Todos son situaciones  que llevaban algún tiempo investigándose. Vamos por parte como diría Jack, el Destripador.
El caso Cascadas, es de tipo financiero y dice relación con abusos que habría cometido el controlador de SQM en sus empresas relacionadas,  por tener parte de la propiedad de cada una, lo suficiente como para controlarla y tomar las decisiones en cuestionamiento. Se llaman cascadas, porque a partir de una matriz, se van controlando aguas abajo a otras sociedades.

Aquí el eventual delito no está en el tipo de sociedad, ni siquiera en la legalidad de las operaciones, está en haber realizado operaciones de compra y venta de acciones entre las sociedades, con un esquema premeditado en que se comprarían más baratas que su precio real de mercado a una, y luego se venderían más caras a las misma o a otras relacionadas. Si en todas las sociedades está involucrado el controlador, perderá y ganará, por tanto es lo mismo dirá alguien ingenuamente. Pero pierde junto con sus socios – hasta el acusado incluso recurrió a este ingenuo argumento – esto significa que los accionistas minoritarios son “pasados por el aro”, pues ellos están vendiendo barato y comprando caro también, pero no se benefician, se beneficia sólo el controlador en una sociedad regalona. Los perjudicados principales son los inversionistas y la confianza en el sistema financiero en general.
El caso Penta, también se relaciona con el mercado financiero. Aquí  se trata de evasión de impuestos tanto con malicioso uso del FUT, como con el uso de gastos que se rebajan de impuestos sin que realmente lo sean, o porque son rechazados legalmente. Aquí hay involucrados privados y funcionarios del SII. Probablemente este será el más bullado en términos de involucrados por acción u omisión. Ya tiene aristas políticas a través del financiamiento de campañas. Los perjudicados principales son los contribuyentes, el Estado y la confianza en el sistema de mercado en general.
El caso Pollos, es distinto por cuanto se refiere al funcionamiento del mercado consumidor y toca directamente el bolsillo de cada uno de nosotros. Se coludieron los controladores de tres empresas para manejar la oferta de carne de pollo, sacando competidores del mercado, acordando cuotas de producción y venta, fijando precios mayores y todos los males de un monopolio. La colusión consiste en ponerse de acuerdo en una estructura de oligopolio (pocos vendedores), para actuar como un solo vendedor. Los perjudicados principales son los consumidores y la confianza en el sistema de mercado en general.
Los comunes denominadores en cada caso son:
    •    Los involucrados son conocidos y respetados empresarios
    •    Los organismos fiscalizadores hicieron la pega y tienen pruebas contundentes, incluidas confesiones. Llegan incluso a la justicia penal.
    •    Dañan la confianza en el sistema de libre mercado, o lo que es lo mismo, dañan a los empresarios que hacen las cosas correctamente. A mi entender este es el principal daño. Primero porque no hay otra alternativa viable, y segundo, porque las relaciones humanas civilizadas se basan en la confianza y en la libertad para decidir.

 

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