Felipe Vergara: "¿Se adelanta la carrera?"

Es normal que frente a un período presidencial de cuatro años los candidatos a la presidencia emerjan con bastante prontitud. También es claro que  la reforma al binominal genera oportunidades y carreras por ocupar uno de los nuevos sillones en el Congreso.
A modo de ejemplo, en el proyecto que hoy está en discusión aumentan los diputados de la Región Metropolitana, por lo tanto, el atractivo no es menor y el paseo por las ferias cada vez mayor. ¿Quiénes serán? la respuesta está en la elección anterior. Todos aquellos que quedaron terceros en sus respectivos distritos es probable que vuelvan a la carga con aún más ganas, por lo que no será de extrañar cruzarse, en cuanto evento social se realice con ex candidatos que han empezado a reflotar entre la ciudadanía.

En estos 6 meses de gobierno ya hay perfilados cinco potenciales candidatos a la presidencia. Partamos por la Alianza: por un lado, tenemos al ex Presidente Sebastián Piñera –apoyado fuertemente por su brazo armado “Amplitud”- y por el otro a Ossandón y Allamand que hoy unen fuerzas para atacar a Piñera, apoyándose en esa vieja premisa de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. También está el nombre de Iván Moreira, pero afortunadamente para el futuro de Chile, sus hijos y los míos, es una autoproclamación con menos eco que el silencio. Otros nombres hay, no se puede descartar al actual presidente de la UDI, Ernesto Silva como la única opción con futuro dentro de la tienda gremialista.
Por la Nueva Mayoría los candidatos que se perfilan son claramente dos: el eterno Marco Enríquez-Ominami y su increíble voltereta de pasar de ser el enemigo público número uno de la “Nueva Pillería” (como él la llamó), que hizo que Eduardo Frei perdiera votos  en 2010 y que hoy se volvió a “agüenar” con sectores de izquierda para perfilarse como su presidenciable y contando con el apoyo de sectores del PPD cercanos a Girardi y Vidal, y del sector PS disidente de Escalona. Junto a este personaje, está el ex ministro de Hacienda, Andrés Velasco, que ya fue a primarias y obtuvo el 2° lugar (pese a no contar el apoyo de un partido) y que tiene el gran problema -o ventajas dependiendo de cómo se mire- de no contar con domicilio político conocido. Es un nombre que atrae a diferentes sectores de la sociedad, recibe además un reconocimiento transversal, pero que aún requiere demostrar que no basta con su experiencia como académico y ministro de Estado para ser Presidente; no es fácil confrontar con argumentación el populismo de ME-O, pero Velasco lo está logrando y así lo confirman las encuestas.
Hay otros precandidatos, como Orrego, Rincón y el mismo Peñailillo, pero con el posible cambio de gabinete que se avecina, es probable que algunos de esos nombres desaparezcan de la primera línea. A la Presidenta Bachelet no le gusta que sus colaboradores se dediquen a hacer campaña mientras ejercen una función ministerial.
Es prematuro, claro está, pero con los tiempos acotados que hay, la carrera presidencial es una realidad. Quizá sea el momento de pensar en que un periodo presidencial de 4 años no es una buena opción y se modifique hacia una reelección inmediata, como lo es en muchos países de la región como Brasil, Colombia y Estados Unidos, por nombrar algunos.
 

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