ME-O: “El MIR desde el punto de vista del peligro, es un invento Mercurial”

El lanzamiento de “Miguel Enríquez: un nombre en las estrellas” (Ediciones B) escrita por Mario Amorós, fue una alfombra roja por la que pasaron todas las izquierdas. El diputado Sergio Aguiló de la Izquierda Ciudadana, Gabriel Boric de la Izquierda Autónoma, Osvaldo Andrade del PS y Hugo Gutiérrez del PC, más el rector de la Universidad de Chile Ennio Vivaldi.

Este libro no es el primer intento biográfico sobre la figura de Miguel Enríquez, que murió en un enfrentamiento con la DINA el 5 de octubre hace 40 años. “Me impresionó como nuevos, antiguos, duros, blandos la fueron a validar con su presencia” dice Marco Enríquez Ominami quien heredó la velocidad retórica y el hablar atropellado de su padre, mencionadas en el libro.

PUBLICIDAD

Esta vez la biografía intenta sacar la cáscara de leyenda romántica de la izquierda, que inspiró canciones de Pablo Milanés y Silvio Rodríguez para dejar al descubierto un archivo de costumbres de la época en que Enríquez se formó (con poblaciones enteras de niños desnutridos, en plena Guerra Fria, y mirando a Cuba como ejemplo cercano de alcanzar el poder) pero sobre todo aporta datos para derribar el mito.

“Persiste la leyenda negra, , las imágenes del MIR asociado a un movimiento armado cuando tenía poquísimas armas y las acciones armadas con Miguel vivo se reducen a 10 bancos que asaltaron el año 69, donde no hubo heridos, y una preocupación por no hacer daño a los empleados, eran acciones casi teatrales, simbólicas para llamar la atención del país y para conseguir financiamiento, por supuesto” dice Mario Amorós, el autor y agrega “Andrés [Pascal Allende] decía que a Miguel no le gustaba la violencia. Se complicaba al momento de las “recuperaciones” de fábricas o fundos. Es verdad que no valoraban la democracia representativa pero la violencia no era lo central”.

El MIR liderado por Enríquez, un médico bibliófilo de 24 años llegó a transformarse en un partido 6000 militantes cuyo 10% fue exterminado después de 1973 pero que pasó a la historia como el movimiento guerrillero que justificó el golpe.

“Cuando la CIA desclasifica sus papeles jamás nombra al MIR, habla del Partido Comunista. El MIR desde el punto de vista del peligro, es un invento mercurial. El Mercurio transformó al MIR en un pretexto, pero la CIA que es el verdadero motor del Golpe, no nombra al MIR”, dice Marco Enríquez Ominami, quien “desde un café comodamente sentado” aclara, es crítico de lo que vino después para la organización “Yo soy crítico por ejemplo de la Operación Retorno, creo que Miguel no le tomó todo el peso a lo violenta que era la derecha, cuando bombardean el palacio presidencial es una señal. Aunque él lo preveía, creo que se quedó corto”, afirma.

El libro intenta derribar el mito de Enríquez que anima a algunos grupos de izquierda insurreccional. “El MIR era un grupo de jóvenes preparadísimos con vocación de poder, que se levantaban muy temprano, no era protagonista de la política y no contemplativo, la idea de ‘no estoy ni ahí me fumo un pito conversando una cerveza, no calza, mi papá jamás probó un pito. Las drogas estaban teorizadas como algo malo”, afirma Enriquez.

PUBLICIDAD

Tags


Lo Último