Review: Moto X, un tope de línea diferente

Para muchos el smartphone se ha transformado en ese compañero inseparable, ese que va contigo a todas partes. De acuerdo a un estudio de la consultora IDC de marzo del presente año, en este 2014 tendremos 10,6 millones de “teléfonos inteligente” en Chile. ¿Por qué?, porque el “teléfono inteligente” nos permite sacar la fotografía adecuada, escuchar la música que nos gusta –entre muchas otras cosas- dondequiera que estemos. Hoy revisaremos el Moto X segunda generación, el tope de línea de Motorola, que está muy cerca de hacer todo lo que queramos.

Ahora, el detalle. Primero, su apariencia. Si bien es muy parecido a su antecesor, esta es más refinada. Su ergonomía considera una curva en la parte trasera. Esto lo hace fácil de tomar y eso se agradece (además de llevar la M de Motorola como un sello distintivo), va acompañado de un peso total de 144 gramos, lo que no lo hace el equipo más liviano del mercado, pero le da un valor agregado a su manufactura, distinguiéndolo de los equipos full plástico.

La pantalla del Moto X aumentó considerablemente comparada con la de su antecesor, pasando de 4,7 a 5,2 pulgadas. También mejoró su resolución, la que ahora es full HD (1080p y 423 pixeles por pulgada). En ella se ve todo muy claro y brillante siendo fácilmente legible a la luz solar, con lo que ya tiene un plus versus varios otros terminales móviles.

Su funcionamiento: anda bastante bien. Viene montado sobre Android 4.4.4 KitKat en versión súper genérica, sin todas las customizaciones que la mayoría de las marcas someten al sistema operativo (Sony, LG, Samsung, etc.) y se nota. Al tener menos modificaciones, es como si el sistema tuviera más poder para dedicar al uso de aplicaciones y juegos. Al someterlo a un uso exigente, se puede pasar bien entre apps y juegos sin que se “congele” o “pegue” su funcionamiento; eso es un plus. 

Esta potencia también le permite al Moto X ofrecer una serie de gadgets que –en su conjunto- generan una gran experiencia. Acá resalta su asistente virtual y digital: el Moto Voice. Es un reconocimiento de voz similar a Google Now (e idealmente debe ser usado en un entorno relativamente sin ruido) y permite activar el dispositivo sin ser tocado. Dicho de otra forma, se ocupa para manejar el equipo casi íntegramente mediante órdenes de voz, para abrir aplicaciones, publicar en Facebook y redes sociales, escribir correos (y leerlos); e incluso programar una alarma.

Otra de estas “ventajillas” son los controles por gestos. Por ejemplo se puede pasar la mano sobre los sensores de la pantalla para revisar las notificaciones y si se quiere más información de una alerta, basta con seleccionar el ícono individual. También se puede pasar la mano por sobre la pantalla para silenciar una llamada, cool.

Su cámara. El Moto X 2014 no tiene tantas funciones o filtros incluidos como un Samsung Galaxy S5 o un LG G3, lo que se nota bajo ciertas circunstancias (como baja presencia de luz) lo que hace que no sea la mejor cámara de un smartphone en el mercado. Pero, en concreto, la cámara del Moto X alcanza los 13 megapíxeles y permite grabar video en cámara lenta con resolución 4K. Su ventaja es su rápido proceso de obturación, lo que lo hace un gran compañero para esos momentos precisos.

Más allá de todo lo anterior, el Moto X no es perfecto. Su batería es la demostración. Hecha con 2,300mAh de capacidad, tiene un rendimiento levemente inferior que el Moto X de 2013. Si bien sus especificaciones dicen que posee un tiempo de duración estimado de 17 horas en audio y 10,4 días en standby, la experiencia indicó que si se lo usa de forma moderada, el Moto X dura todo el día sin necesitar carga. Ahora, si eres un usuario intenso, tendrás que cargarlo y tener algo de paciencia.

En resumen, el Motorola Moto X es un excelente equipo. Si bien, tiene atributos que podrían ser mejorables -como la batería y el software genérico para manejar la cámara- es una excelente opción para quienes quieran un smartphone tope de línea, a menor precio que otros “flagship” presentes en el mercado local (el Moto X va desde los $340.000 en modalidad compra y desde costo cero con planes postpago que comienzan en alrededor de $40.000). Además su funcionamiento debe estar entre los mejores equipos que haya probado, por sus funciones de voz, gadgets y operación inteligente destacándolo por sobre los otros equipos. En definitiva, es un “teléfono inteligente” que merece una opción y tu atención.

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