Columna de cine de Joel Poblete: “Los juegos del hambre: Sinsajo - Parte I”: La decisión de Katniss

“The Hunger Games: Mockingjay – Part I” Estados Unidos, 2014 • Director: Francis Lawrence • Guión: Peter Craig, Danny Strong • Actores: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, Liam Hemsworth, Woody Harrelson, Donald Sutherland, Julianne Moore, Philip Seymour Hoffman, Willow Shields, Sam Claflin, Elizabeth Banks, Mahershala Ali, Jeffrey Wright • Duración: 123 minutos

Comentario: “Elsa & Fred” Casi una década después del estreno de la cinta original de Marcos Carnevale, llega esta nueva versión del film homónimo argentino-español, con la misma historia de un entrañable romance entre dos ancianos de personalidades muy diferentes. Sin duda se trata de una revisión innecesaria, pero que de todos modos funciona con una importante cuota de buena voluntad de los espectadores. El experimentado realizador Michael Radford (“1984”, “Il postino”) no logra evitar que su amable relato se sienta convencional y predecible, e incluso que su puesta en escena recuerde a un telefilm de escaso vuelo, pero tiene a su favor a una imbatible pareja protagónica, porque los veteranos Christopher Plummer y Shirley MacLaine, no sólo suman en conjunto 164 años de edad y ambos tienen en sus espaldas premios como el Oscar y una carrera fílmica de más de medio siglo, sino además conservan lo que más los ha distinguido siempre: el talento. Aunque físicamente los dos reflejan marcadamente el peso del tiempo, se mantiene intacta la magia de su mirada, la expresividad de sus gestos. Eso es impagable, e incluso se luce en un remake como éste, que a pesar de sus ripios vale la pena recomendar a ese público adulto que a menudo se siente abandonado o ignorado por la cartelera.

Aunque en 2012 el estreno de la primera película de “Los juegos del hambre” fue uno de los grandes sucesos comerciales de ese año y de paso impulsó tanto la carrera de Jennifer Lawrence (interpretando a la protagonista, Katniss Everdeen) como además una serie de producciones similares, en términos artísticos no llegó demasiado lejos. Sin embargo, cuando el año pasado Francis Lawrence pasó a encargarse de los restantes filmes de la saga inspirada en la trilogía de libros que Suzanne Collins escribió a partir de 2008, los resultados fueron más alentadores: a pesar de los prejuicios de algunos considerando que la filmografía del cineasta -que incluye “Constantine”, “Soy leyenda” y “Agua para elefantes”- no era demasiado contundente, “Los juegos del hambre: En llamas” superó a su predecesora en acción, suspenso y emoción, y capturó mucho mejor la atención del espectador, con un potencial de atracción que iba mucho más allá de los fans de los best sellers originales.

Ahora debuta en cines la tercera parte, que siguiendo la tendencia de adaptaciones fílmicas de años recientes -la última entrega de “Harry Potter” y las tres películas de “El hobbit” son quizá los dos ejemplos más llamativos- dividió el libro final; para aprovechar mejor las posibilidades dramáticas, dirán algunos, o para generar aún más ganancias, dirán otros. Se continúa desarrollando la difícil situación política y social desatada luego de que la protagonista terminara abruptamente con los Juegos del Hambre al final del film anterior, con lo que de paso se va convirtiendo en la líder y símbolo de la rebelión contra las fuerzas del Capitolio, quienes han capturado a Peeta Mellark.

En términos generales la nueva película es correcta y efectiva, aunque luego de que en los últimos dos años han surgido tantas similares inspiradas en libros en que jóvenes deben sobrevivir en sociedades futuras -“Divergente”, “Maze Runner”, “El dador de recuerdos”- a estas alturas cuesta encontrar novedad y frescura, además que el ritmo es menos fluido y dinámico que en la anterior y da la impresión de estar estirando la historia, a lo que no ayuda mucho el que parezca que hay menos momentos de acción y más manipulaciones y negociaciones sociales. Sin embargo, de todos modos este primer episodio de “Sinsajo” funciona por sus observaciones sobre la propaganda política, por sus ocasionales toques de humor y una vez más por algunos integrantes del atractivo elenco: Lawrence vuelve a destacar, se incorpora la gran Julianne Moore y en su rol secundario como Plutarch, el ya fallecido Philip Seymour Hoffman no deja de hacer que lo echemos de menos, en especial cuando en un momento su personaje afirma que “cualquiera puede ser reemplazable”.

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