Vuelve Dina Gómez

Este 2015 vuelvo con mi grupo Dina Gómez. Son nuevos integrantes, pero la onda sigue siendo la misma de los inicios. Para los más jóvenes u olvidadizos de la historia musical de nuestro país, vaya este relato: El año 2003 formé una agrupación de música pop que buscaba ser un real aporte a la mediocre escena musical de la época. El grupo se llamaba Dina Gómez, un homenaje a mi abuela que se llamaba así. Nuestra propuesta era simple, pero sobre todo era honesta. Su fin era conectar con el público más joven y desencantado. Las letras hablaban de amor y depresión. En vivo, la experiencia era teatral; la puesta en escena estaba inspirada en rituales vudú de algunos pueblos haitianos que nos habían sido enseñados por el primer tecladista de la banda, Tom, un mulato de 43 años, homosexual confeso. Musicalmente buscábamos la originalidad, mezclando sonidos que provenían de la misma naturaleza (cantos de pájaros, sonidos del viento y del mar). El público lamentablemente reaccionó con indiferencia ante nuestra propuesta, producto de la ignorancia reinante en el país (en esa época y ahora). Sin embargo, pese al escaso éxito, un pequeño sello musical, “Escarabajo”, nos brindó su apoyo y grabó el primer y único disco del grupo. Los productores del disco fueron los ex músicos de La Ley, Coty Aboitiz y Luciano Rojas. El disco, hoy una pieza de culto, se vendió hasta hace poco en Feria Mix a un valor de 2 por 490 pesos. Pese a lo conveniente de la oferta, las ventas fueron muy bajas, por no decir inexistentes. Al poco tiempo de lanzado el disco, Dina Gómez debió disolverse debido a la desmotivación de los integrantes de la banda. Además cada uno tenía nuevos intereses. El bajista, de 26 años, quería terminar el colegio, sentía que con séptimo básico no tenía las herramientas suficientes para enfrentarse al campo laboral. El guitarrista pretendía someterse a un tratamiento para frenar la anemia, tenía 28 años y pesaba 30 kilos, y su índice de masa corporal era de 2.1.
El mulato, por su parte, había sido expulsado del grupo, meses antes, tras haber sido sorprendido desnudo practicando en la ducha técnicas de vudú, con un joven enfermo.
De eso han pasado ya diez años. En estos lustros no volví a ver a los integrantes originales, pero nunca perdí las ganas de seguir haciendo buena música. Por eso hace unos meses, aprovechando que me voy de la televisión y tendré más tiempo, me decidí a refundar a la banda. Y resueltamente me puse a buscar a los chicos, para volver a tocar juntos, como antes.
Al primero que encontré, por Facebook, fue al bajista; me saludó frío. Le pregunté si le gustaría volver a tocar en Dina Gomez, y me dijo que este año pasó a segundo medio y que esta bien motivado con eso, y que no tiene tiempo para la música. Gracias, hasta luego.
Del guitarrista también tuve noticias: no terminó bien. Nunca se sometió al tratamiento para controlar su desnutrición. Hace dos años fue encontrado muerto en su habitación, aplastado por las sábanas de su propia cama.
Del mulato también tuve información. Volvió a Haití, dejó la música, y encontró trabajo. Atiende un sex shop en la ciudad de Puerto Príncipe. Está feliz y no piensa volver.
Como les dije, nunca perdí las ganas de volver a tocar, y la ausencia de los integrantes originales de Dina Gómez no me desanimó. Me puse a buscar nuevos compañeros que quisieran acompañarme en esta aventura.
Fue así como llegué a Gonzalo, Pablo y Mauricio, tres jóvenes chilenos; ninguno sabe tocar instrumentos ni tiene conocimientos musicales. Pablo es sordo de ambos oídos, Mauricio padece de una enfermedad degenerativa y Gonzalo vive en la comuna de San Ramón; pero todos tienen muchas ganas de aprender, y lo más importante son creativos y proactivos.
Ya tenemos varias presentaciones agendadas para enero.
Somos los nuevos Dina Gómez.
Prepárate 2015, la banda volvió a la ciudad.

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