Columna de Vasco Moulian: “MasterChef” o cómo un plato simple se transformó en gourmet

Mucha agua ha pasado bajo el puente desde aquel domingo 26 de octubre, cuando se estrenó el estelar de cocina “Master Chef” (Canal 13), a continuación de un capítulo de “Los 80”. Y llegó con cambios de horario, críticas a su casting, ataques a sus jurados hasta revolución total en redes sociales, plataformas donde se hizo acostumbre ver a la versión chilena del formato extranjero ser trending topic durante cada emisión de sus capítulos, además de la consolidación como figuras de algunos de sus concursantes.

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Eso y mucho más termina con la gran final, de la que estamos ad portas.

Por lo pronto, ya podemos hablar del fenómeno mediático en que se transformó el programa de cocina, cuya adaptación fue idea de Sergio Nakasone, quien se ha transformado en el ejecutivo estrella de Canal 13. Me atrevería incluso a decir que sin duda se trata del mejor productor ejecutivo que tiene hoy la televisión chilena, junto con algunos de Mega.

A pesar de no llegar a cifras elevadas de rating como las turcas de la señal de Bethia, se hizo de un público fiel y en redes sociales ganó por goleada a las famosas apuestas otomanas. Mis más sinceras felicitaciones a Nakasone. No sólo por “MasterChef”,  hace algunos días fuimos testigos del mejor estreno en términos de emoción, “Reality.doc”, una joya.

Volviendo sobre el estelar de cocina ¿Alguien pensó que en el primer capítulo una abuelita de 84 años llamada Eliana pasaría a convertirse en el fenómeno que se transformó? Hasta invitaciones a eventos de discotecas le han llegado desde su eliminación a quien estuvo peleando casi hasta el final los primeros lugares entre los concursantes. Muy pocos, creo yo. Y no me incluyo.

¿Quién se iba a imaginar, cuando recién partía este estelar, que un recolector de basura de 26 años como Ignacio, iba a estar en la final? Un tipo humilde que siempre trata de no sonreír para no mostrar la parálisis facial que sufre desde hace varios años. Es el mejor ejemplo de superación que mostró el programa junto a Leonora Saavedra, “Leo”, una comerciante de 49 años de La Pintana, chora como ella sola y sin pelos en la lengua.

La emoción y las lágrimas se apoderaron de los últimos capítulos de “MasterChef”, algo inesperado para un programa de cocina. Pero que habla bien de la fraternidad que pudo lograr el grupo con el equipo del estelar de Sergio Nakasone.

El jurado es tema aparte. Chris Carpentier, a pesar de ser medio pesadito, terminó siendo el conductor del programa y haciéndolo de forma impecable, gran descubrimiento. A pesar de no pertenecer a la TV, se manejó como pez en el agua. Que me perdone Diana Bolocco, pero pasó inadvertida. Podría no haber estado en el programa y la apuesta no hubiera cambiado en nada. El canoso italiano Ennio Carota terminó siendo como el abuelo que todos soñamos tener algún día, aunque con su bemoles de mal genio. Y para cerrar, el “chupete de fierro” francés Yann Yvin, quien resultó ser todo un personaje. Se le ama o se le odia. Yo lo odié muchas veces, para mi gusto denigró a las personas, pero es un gran personaje para la televisión, lástima que se vaya a Canadá seguiendo a su hija. Ojalá vuelva pronto.
Para cerrar, felicitaciones al gran equipo de “MasterChef” por habérsela jugado con este programa de cocina. La apuesta resultó. No fue hit en rating, pero cumplió. Y como se dice en el mundo de la gastronomía… “guatita llena, corazón contento”. Bon Apetit.

*Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

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