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El 83.6% de los jóvenes entre los 15 y los 19 años esta nada o poco interesado en la política de acuerdo a la Séptima Encuesta Nacional de la Juventud. Y si bien el estudio fue dado a conocer en 2013 y se esta realizando una nueva versión que saldrá a la luz este año, dicho resultado es uno de los factores por los cuales diversos actores se encuentran preocupados debido al poco interés que despierte entre los adolescentes la contingencia nacional.
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Por este motivo nació en 2014 el proyecto Aula Cívica, quienes con una red de voluntarios efectúan clases de educación cívica en Santiago, pero que a partir de este mes aumentaron a las regiones de Valparaíso, del Maule y Biobío. Al respecto, el director de la iniciativa Gonzalo Villela manifestó que el enfoque “ha sido acercar nociones y conceptos de civismo junto con generar discusiones sobre temas contingentes, para así colaborar con formar una ciudadanía realmente crítica y que se haga parte de las discusiones que debemos tener como país”.
“El escenario político en nuestro país no pasa por un buen momento. Entre la tensa relación entre el financiamiento de la política y los negocios, con los casos Penta y Caval, los políticos, la actividad política y la democracia, han ido perdiendo credibilidad entre los que confiamos en que ella puede ser realmente una herramienta para la transformación y el desarrollo de nuestro país”, afirmó.
En tanto, la coordinadora de proyectos Clarisa Reichhard señaló que “encuentro esencial la educación cívica para la formación de ciudadanos integrales y que, a la vez, sepan cómo funcionan las instituciones. Esto entendido no sólo como el acto cívico mismo, sino también que las personas sepan valorar la educación cívica como una herramienta para la construcción de una sociedad realmente democrática”.
Sin embargo, esta no es una asignatura que vaya incluida dentro de la malla curricular de los alumnos de educación media, existiendo solo como un taller llamado Formación Ciudadana, el cual se cursa a estudiantes de segundo medio en el ramo de Historia en algunos establecimientos.
Por este motivo, parlamentarios de la comisión de Educación de la Cámara Baja manifestaron su apoyo para que la educación cívica vuelva a cursarse obligatoriamente como asignatura en los colegios. Al respecto, el parlamentario UDI Romilio Gutiérrez recalcó que “este es un tema urgente de asumir”.
“Es una necesidad para que podamos entregar la formación adecuada para el conocimiento de nuestros jóvenes de una formación cívica que les permita conocer en profundidad nuestro sistema político, de gobierno y todo lo que eso conlleva. Así que esperamos que muy pronto podamos tener una alternativa que permite integrar esta actividad”, agregó.
En ese sentido, aseguró que la existencia de este ramo podría ayudar a que aumentara la participación juvenil en las elecciones. “Esto permitiría que se diera a conocer en detalle nuestro sistema político y conocer las funciones que desempeñan cada autoridad. Además, el cambio del sistema binominal debiera generar una mayor apertura para que más personas, especialmente jóvenes, se interesen a presentarse a diversos cargos y así podemos avanzar en limitar la reelección de las autoridades, lo que también seria muy positivo para incentivar la participación de los jóvenes”.
Por su parte, el diputado PPD Rodrigo González aseveró que “más que educación cívica, la formación ciudadana de los jóvenes partiendo de la enseñanza básica especialmente los dos últimos años, como en la enseñanza media, es absolutamente indispensable y es un vacío que tiene nuestro sistema educacional porque esta área que debiera estar incluida no solamente en un ramo, sino que estar presente en forma extendida en todo el curriculum. Esta totalmente ausente dei sistema, por lo tanto esa carencia debiera cubrirse con urgencia”.
De esta manera, para el parlamentario un ramo de educación cívica ayuda a que el joven “se comprometa con responsabilidad con su país”. “La formación ciudadana ayuda a que el joven sea más responsable en primer lugar consigo mismo. (Que sea) responsable con su cuerpo, en sus relaciones con los demás, en ser tolerantes con los otros y en reconocer que participar en la sociedad es fundamental porque es en el contexto de la sociedad que las personas pueden desplegar sus capacidades y es en donde se va a respetar sus derechos”, concluyó.