Un gran susto fue el que vivió un piloto en plena competición del circuito alemán de Hockenheimring. Esto porque mientras conducía y se acercaba a una curva, notó que su equipo de frenos falló. Afortunadamente para él, logró controlar lanzándose a un costado, usando la fricción para que se detuviera y evitando el impacto con una de las barreras laterales.
El Ford Mustang Shelby GT500 que utilizaba en ese momento era la versión más poderosa de la quinta generación del vehículo de la firma estadounidense, la cual propulsor V8 y una potencia de 662 CV. Aún así con todas estos datos, le falló el auto y casi sufre un grave accidente. Sus neumáticos fueron lo único que lamentar, ya que quedaron destruídos.
Aquí puedes ver el video y escuchar la frustración del piloto: