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El ministro de la Secretaría General de Gobierno, Marcelo Díaz, descartó que presiones de la Iglesia Católica motivaran la solicitud del Ejecutivo para postergar la votación del proyecto que despenaliza el aborto en tres causales que se debía realiza el martes en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
En octubre de 2013 Michelle Bachelet presentó el texto de casi 200 páginas de su Programa de Gobierno, que señalaba la necesidad de una “ley de derechos sexuales y reproductivos acorde a las realidades y opciones de las personas” y que proponía la “despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en caso de peligro de la vida de la madre, violación o inviabilidad del feto”.
El 31 de enero de este año la Presidenta Michelle Bachelet firmó el proyecto que se envió al Congreso para garantizar el cumplimiento de ese objetivo programático, pero su avance se vio interrumpido tras el Consejo Nacional de la Democracia Cristiana que debatió al respecto el lunes, a la luz de un documento que critica la propuesta. El presidente del partido, senador Jorge Pizarro, solicitó al Gobierno que intercediera para postergar la votación y el ministro secretario general de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, intercedió para que se aplace hasta el 04 de agosto.
“La decisión de acoger la petición de postergar la votación fue una decisión tomada por el Comité Político en su conjunto. Quienes integramos el Comité Político nos reunimos el día de ayer muy temprano, a las 08:00 de la mañana, evaluamos la situación y nos pareció razonable porque lo nos importa es que el proyecto se apruebe”, recalcó el ministro Díaz.
“Nos pareció razonable acoger una petición de tomarnos unas semanas más. A hemos discutido cuatro meses en el Congreso, podemos tomarnos un par de semanas más para dar viabilidad legislativa, no solamente a la aprobación de la idea de legislar, sino que al fondo del proyecto. Aquí no hay presiones, aquí hubo un planteamiento público, acogido por el Comité Político”, expuso el vocero de La Moneda.
Consultado por supuestas presiones de la Iglesia Católica, Díaz respondió que “lo descarto absolutamente, nosotros recibimos una petición pública, por lo demás, del presidente de la Democracia Cristiana que nos pareció razonable, atendible y la compartimos”.
