Columna de Raúl Sohr: "El Papa y el mar boliviano"

El papa Francisco no teme a la polémica. Lo dejó en claro en su reciente encíclica “Alabado sea” dedicada al medioambiente. En ella fustiga al sistema económico capitalista por su responsabilidad en el cambio climático que sufre el planeta. Ahora en Bolivia abordó lo que calificó como un tema “espinoso”. 

En una alocución en La Paz señaló: “El diálogo es indispensable (una deliberada pausa). Estoy pensando acá en el mar. Construir puentes en vez de levantar muros. Todos los temas, por más espinosos que sean, tienen soluciones compartidas, razonables, equitativas y duraderas”. Palabras que fueron música para sus anfitriones. Y con razón. Una de las voces más escuchadas en toda la región respaldó en forma implícita la tesis boliviana.  

A un diálogo es, precisamente, lo que La Paz pide que la Corte Internacional de Justicia  (CIJ) obligue a Chile. Para ello presentó su demanda en La Haya y en la primera semana de mayo fueron escuchados los alegatos de ambas partes. Ellos no versaron sobre el fondo sino que sobre la competencia de la CIJ para juzgar la reclamación boliviana. Santiago señala que el tema está zanjado en forma definitiva por el Tratado de 1904 suscrito por los dos países  La CIJ debe pronunciarse sobre su competencia o incompetencia antes de finales de año. El Vaticano conoce bien el asunto pues Heraldo Muñoz, el canciller chileno, estuvo allí para que no quedasen dudas sobre el rechazo a las exigencias bolivianas.

En este contexto, las palabras de Bergoglio son un resonante respaldo para las gestiones del presidente Evo Morales. La mera mención a la cuestión marítima sale del ámbito pastoral. A mayor abundancia, el vocero vaticano, Federico Lombardi, dijo que el Papa no está interesado en una mediación entre los dos países si no hay una solicitud de ambas partes. En lenguaje diplomático significa que si los países lo pidieran, el papa Francisco está disponible para ayudar a la búsqueda de una solución. Es evidente, por otra parte, que si uno de los países rechaza semejante gestión ella no tendrá lugar. Sólo es posible mediar, de buena voluntad, cuando los litigantes acceden a ello. Así el Vaticano ha dejado entreabierta la puerta para futuras iniciativas.

La postura de Bolivia es elevar el costo del rechazo chileno a cederle una salida soberana al Pacífico. Para ello busca lograr todos los apoyos posibles.  Las escuetas pero significativas palabras papales dinamizan los esfuerzos diplomáticos bolivianos por posicionar el tema a nivel internacional.

Precisamente lo que Chile no quiere e insiste en que es un asunto bilateral que no incumbe a terceros. Y en ese marco se puede discutir de todo, entendiendo que el Tratado de 1904 es intangible. O sea, Santiago no está dispuesto a ceder parte de su litoral a menos que reciba una oferta boliviana de canje territorial que amerite una reconsideración.

Insistencia boliviana

La demanda paceña ante la CIJ es una gestión más y de manera alguna definitiva cualquiera sea el fallo. Ya lo advirtió Evo Morales: “Si en esta demanda no nos fuera bien, ni se imaginan ustedes que tenemos planes mucho más interesantes que esta primera etapa de batalla legal en la comunidad internacional”.

Para Bolivia, el plan más interesante debiera ser la elaboración de una propuesta concreta  que interese a Chile. Sólo sobre esa base ambos países podrán alcanzar un eventual acuerdo, porque es improbable que La Paz pueda imponer sus condiciones a Santiago de manera unilateral.

Tags

Lo Último


Te recomendamos