Columna de Magdalena Piñera: Juntos contra la delincuencia

“Los delincuentes ya se tomaron el país”. Esta frase no pertenece a un dirigente opositor, sino al futbolista Marcelo Díaz, quien, junto a su señora, fue
 asaltado el domingo pasado en la comuna de La Florida. ¿Se tomaron el país los delincuentes? Sin duda que ésta ha aumentado. Cada día sabemos de alguien que sufrió un robo o de una nueva “detención ciudadana”. Esta última es un preocupante fenómeno social, porque cuando un grupo de ciudadanos reacciona espontáneamente ante un asalto callejero deteniendo y golpeando al delincuente, es porque no confía en que esta tarea sea cumplida por quienes corresponde según la ley. Sin duda, este es un grave síntoma de la creciente sensación de impunidad que favorecería a los delincuentes.

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El “cacerolazo” de comienzos de mes fue también una manifestación social de descontento ante la inseguridad ciudadana que, a pesar de ser caricaturizada
 por quienes parecen no tolerar siempre la libertad de expresión, contó con un amplio y transversal apoyo de santiaguinos de diferentes comunas. Este es el mismo espíritu que anima a “Juntos contra la delincuencia”, una nueva agrupación ciudadana, encabezada por el senador Alberto Espina e integrada por alcaldes, dirigentes gremiales, parlamentarios y ciudadanos de todas las regiones que simplemente quieren vivir tranquilos y sin miedo a la delincuencia. Un objetivo que naturalmente va más allá de cualquier diferencia ideológica o intereses políticos.

Hace pocos días, “Juntos contra la delincuencia” presentó diez medidas muy concretas y posibles de adoptar rápidamente para controlar la delincuencia. Por ejemplo, se propone facultar a Carabineros para que pueda solicitar a los ciudadanos su identificación en el mismo lugar donde se encuentran, y así revisar la posible existencia de órdenes de detención pendientes. Esta medida que actualmente se discute en el Congreso como parte de la Agenda Corta Antidelincuencia presentada por el Gobierno, que permitiría reducir las 66.041 órdenes de detención actualmente pendientes, ha sido rechazada de plano por quienes la califican como una nueva “detención por sospecha”, los mismos que olvidan que cualquier automovilista puede ser objeto de un control de identidad en cualquier lugar y momento. Entonces, ¿por qué no se puede hacer lo mismo cuando las personas no van manejando un auto?

Hay otras propuestas que son tan obviamente necesarias que sorprende que no se encuentren implementadas hace tiempo. Por ejemplo, la que plantea que el fiscal y las policías puedan detener a un delincuente que confiesa libremente un delito o la que busca establecer por ley la obligación de coordinación entre el Ministerio Público, Carabineros e Investigaciones, para que periódicamente informen al Consejo
 Nacional de Seguridad Pública, entre otras que pueden verse en la web de esta organización.

El aumento de la inseguridad no sólo es un problema que debe enfrentar con urgencia el Gobierno, sino también una oportunidad para que le pueda demostrar a la ciudadanía que tiene liderazgo y capacidad de responder con soluciones concretas y oportunas. Precisamente, lo que tanto se le critica que le falta. El mismo senador DC Ignacio Walker lo dijo con total claridad: “Hoy existen dos prioridades: delincuencia
 y reactivación económica. Punto”. Si el Gobierno sigue creyendo que las necesidades de los chilenos se satisfacen con sus reformas ideológicas como las ya aprobadas (educación y tributaria) o con las que vienen (laboral y constitucional) corre el riesgo de agudizar aún más la crisis de confianza que hoy golpea a La Moneda y que ha mantenido durante meses a la Presidenta Bachelet bajo el 30% de aprobación.

Ojalá que el anunciado “realismo sin renuncia” sea compatible con las verdaderas urgencias sociales del país, porque es inaceptable que sean los chilenos
 honrados los que viven enrejados en sus casas y cada día con más miedo a salir a la calle.

Las opiniones aquí expresadas no son responsabilidad de Publimetro

 

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