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Hasta el momento, aún las autoridades locales no encuentran una explicación para la historia protagonizada por este hombre en una lavandería de Australia.
A través de su cuenta de Facebook, los Bomberos de la localidad de Bankstown mostraron una particular secuencia: los equipos de rescate debieron desarmar el costoso electrodoméstico para sacar desde su interior que quedó -literalmente- atorado.
Tras varias horas de trabajo, este muchacho de 22 años logró dejar su cárcel temporal para ser trasladado a un centro asistencial, aunque el susto lo tendrá presente -seguramente- por mucho tiempo.