El 2015 ha sido un año en el que el debate social y los cuestionamientos a las malas prácticas, tanto políticas como empresariales, han marcado fuertemente la agenda pública.
Un fenómeno que nos obliga a avanzar con ímpetu en mejorar los estándares de la información que le permita a la ciudadanía acceder a la manera en que se toman las decisiones y cómo piensan sus protagonistas.
Es por esto, que a un año de la entrada en vigencia de la Ley del lobby, podemos dar certezas que el compromiso del Gobierno por avanzar, en una suerte de cruzada por la transparencia, está dando frutos concretos a lo largo del país.
A pocos días de celebrar este primer aniversario, estamos en condiciones de expresar con convicción y alegría, que cada día más chilenos y chilenas conocen esta legislación. Algo que se refleja en los 260 cursos de inducción que, como Comisión Defensora Ciudadana, hemos realizado a más seis mil personas en todo Chile.
¿El objetivo? explicar la manera en que funciona la ley, para que conozcan su sentido fundamental: que la ciudadanía adquiera las herramientas que le permitan supervisar el desempeño de sus autoridades y así ejercer un sano control social de la actividad pública.
Es por ello que cualquier esfuerzo que haga el Estado es inútil sin la contribución de la ciudadanía, la que finalmente resiente el peso de las decisiones que se adoptan en el aparato público.
La ciudadanía, por lo tanto, requiere y debe alinearse con esta nueva manera de resguardar sus intereses y de proteger el valor del bien común, desde las decisiones más estructurales de un gobierno, hasta la forma en que se concretan aquellas tareas que impactarán a su comuna.
Y para esto la Ley del lobby es una gran herramienta que permite saber con quiénes se reúnen las autoridades, qué tipo de instituciones solicitan audiencia con ellos, si reciben donativos o regalos, e incluso, a donde viajan y por qué motivos. Todo esto, como un intento concreto por traslucir cualquier decisión que nos involucre y que necesariamente debe contar con los más altos niveles de transparencia.
En ese sentido, si una persona desea saber con quiénes se reúnen sus autoridades basta con ingresar a la plataforma leylobby.gob.cl o al sitio web de cada municipio, para conocer las reuniones que han sostenido, por ejemplo, alcaldes y concejales.
Todo es parte del compromiso y el anhelo de la Presidenta Michelle Bachelet para avanzar, de forma concreta, con un Chile más transparente y con mayores estándares de probidad en cualquier ámbito de la función pública y que sólo podrán materializarse si el Estado y la ciudadanía trabajan de forma conjunta y sostenida en el tiempo.
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