Columna de Maya Fernández: A propósito de fin de año

Estamos terminando el 2015 con muchos avances que harán de Chile un país mejor. Ha sido un año intenso en materia legislativa, y más aún en el trabajo territorial. Quisiera en esta oportunidad mencionar algunas de las reformas legislativas que me parecieron relevantes y en las que tuve la oportunidad de estar involucrada más directamente.

Un tema crucial para Chile es la nueva Constitución. Está instalada en la opinión pública la necesidad de contar con una nueva Constitución y hemos logrado el compromiso del Gobierno para buscar los mecanismos idóneos para ello. La sociedad ha cambiado y la Constitución debe ser el reflejo de nuestras actuales necesidades e intereses como sociedad.

Nuestras relaciones sociales también han cambiado. Hay mayor apertura y conciencia de que no somos iguales y por tanto, el respeto, la tolerancia y aceptación tienen que ser elementos clave de nuestra convivencia para construir una sociedad que crece con todos y todas.

Haber logrado aprobar la ley de Acuerdo de Unión Civil es un avance en lograr igualdades ante la ley que constituyen un anhelo de amplias mayorías.

También hemos avanzado en la igualdad de género con la creación del Ministerio de la Mujer. Es contradictorio vivir en un país compuesto por más del 52% de mujeres y tener tan bajo nivel de participación.

Esto no se trata de mayores privilegios, sino de enmendar un problema de desigualdad y trabajar en un cambio cultural donde las mujeres puedan integrarse socialmente en las mismas condiciones que los hombres.

En ese sentido, la despenalización del aborto en tres causales también nos devuelve la dignidad y el derecho de decidir respecto de nuestra vida. Las mujeres no somos todas iguales ni queremos todas lo mismo, por tanto cada una debería tener la libertad de elegir el tipo de vida que quiere llevar.

La colusión de grandes empresarios para fijar precios artificialmente altos a productos básicos a lo largo de años, ha sido sin duda uno de los temas relevantes del 2015.

Este acto de robo directo a gran parte de la población ha dejado al descubierto una práctica que genera desconfianza. Es un logro que en la discusión del proyecto se fijen sanciones importantes a este tipo de prácticas, incluida la cárcel.

La tarea ahora es trabajar en legislar y fiscalizar este tipo de acciones que han manchado nuestra identidad aunque nos han fortalecido el carácter. Ahora nuestros ciudadanos son más críticos, opinantes y dispuestos sin duda a construir un país más transparente y equitativo.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

 

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