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Brianna fue llevada al hospital cuando su piel comenzó a ponerse azul y empezó a vomitar sangre. Los doctores descubrieron que la pequeña había ingerido una pila y tuvo que ser trasladada de urgencia a otro hospital para poder practicarle una intervención quirúrgica, según señala el «Mirror». La operación duró alrededor de dos horas y medias, pero desafortunadamente los médicos no pudieron hacer nada por su vida, ya que la hemorragia era incontrolable.
Su abuelo, Kent Vice, ha contado a la prensa local que el ácido de la pila le pasó a la carótida a través del esófago. Asimismo, ha confesado que no saben en qué momento pudo haberla ingerido. Y ha añadido que la pequeña estaba bien y estaban siendo unas “Navidades perfectas”.
Al cuerpo de Brianna se le hará en los próximos meses una autopsia para esclarecer qué es lo que le causó la muerte. Mientras tanto, la familia quiere concienciar de los riesgos que tienen las pequeñas pilas y lo peligroso que es para los niños.
PUB/IAM