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Las vacaciones son la oportunidad ideal para salir de la rutina y realizar una actividad outdoor en familia, pero antes de practicar alguna por primera vez, hay que informarse de los riesgos y tomar las precauciones necesarias.
Una buena opción para comenzar es con una caminata suave, y en este caso, lo primero que debe hacer es asegurarse que todos los integrantes cuentan con un estado físico y de salud acorde a la actividad; protegerse de los rayos UV con bloqueador solar y llevar suficiente agua fresca, tanto para hidratarse durante el camino, como en el caso de necesitar limpiar alguna herida. Además, es importante que al menos una persona del grupo tenga conocimientos básicos de primeros auxilios por si ocurre algún accidente, como saber qué hacer en caso de alguna caída, golpe o torcedura.
Si prefiere realizar actividades que requieran la utilización de equipos más específicos, como cabalgatas o canopy, el director del Área de Ingeniería de las carreras de Prevención de Riesgos del IP-CFT Santo Tomás, Luis Salamanca, recomienda que lo mejor es asegurarse y contratar un servicio de operador turístico, fijándose muy bien en el estado de los cascos y el arnés de seguridad.
«Revise que el equipo ofrecido se ajuste a su talla, que el casco se encuentre limpio, no presente muestras de golpes o abolladuras, y que las correas del arnés no estén sucias ni gastadas», resalta el experto, quien agrega que para usar un equipo, éste debe proporcionarle confianza.
Otro punto importante es revisar si el recinto donde va a realizar la actividad cuenta con enfermería o un profesional de la salud entrenado en emergencias, si no lo tuviera, consulte cuál es el procedimiento a seguir en caso de que ocurra algún accidente.
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Las instrucciones del guía turístico también son fundamentales para el desarrollo de actividades grupales como el trekking, es por eso que para Salamanca un buen profesional a cargo es aquel que cumple la labor de dirigir, conducir y aconsejar a los turistas durante el trayecto. «Debe tener una capacidad física acorde con la actividad y como mínimo un año de práctica en la especialidad en la que se desempeña, pues contar con personas preparadas para posibles accidentes hace que se minimicen los tiempos de reacción ante emergencias o situaciones difíciles»,apunta.
Finalmente, además de lo anterior, es importante que los padres comprendan que hay actividades diseñadas para adultos y otras para niños, y que por más que estos últimos insistan en participar, por su propia seguridad, deben respetar las edades mínimas establecidas.
DP/PCP