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Hasta 90 son las denuncias que, hasta ahora, se han hecho de forma anónima a la policía de la ciudad de Colonia, la cuarta más grande de Alemania, por acoso sexual callejero la noche de Año Nuevo. Según la versión de testigos, los más de mil hombres agrupados en a la salida de la estación central de la ciudad, justo afuera de la Catedral, tendrían rasgos procedentes de «países árabes o del norte de África».
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La dimensión de lo sucedido llevó hoy a reaccionar al ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, quien exigió aclarar si los hombres se dieron cita en la zona para delinquir y se trata de «una nueva forma de criminalidad organizada».
Algunas testigos han contado su versión a medios locales, diciendo que les habían metido la mano por debajo del vestigo. Otra aseguró al diario «Spiegel» que «toda la plaza estaba llena de hombres».
Maas garantizó que se investigarán los hechos hasta sus últimas consecuencias y denunció tanto a quienes agredieron a las mujeres como a aquellos que, «sin participar activamente, formaron pasillos para que no pudieran huir».
El ministro aseguró que el alcohol no será una excusa y eludió especular sobre la nacionalidad de los agresores.
El presidente de la policía en Colonia, Wolfgang Albers, habló de «delitos en una dimensión totalmente nueva», algo «insoportable», cometidos por numerosos grupos de hombres, en torno a mil, que abusaron y agredieron sexualmente a decenas de mujeres, con al menos una violación.
La policía en Colonia ha creado un equipo de investigación para aclarar los hechos y la alcaldesa de la ciudad, Henriette Reker, presidió hoy una reunión de crisis con los máximos responsables de las fuerzas de seguridad.
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«Es algo absolutamente intolerable y será perseguido con todo el rigor», manifestó ante los medios Reker, política independiente que asumió la alcaldía a finales del año pasado, tras recuperarse de la agresión que sufrió en la campaña electoral cuando una persona la acuchilló por defender la acogida de refugiados.
PUB/FHA