En Chile hay más de 10 millones de personas con una deuda promedio de $13 millones, sin embargo, cuando alcanzan los $14 millones es cuando recién suelen pedir ayuda.
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¿A quién? Existe un servicio que en los últimos años ha tomado mayor relevancia en el mercado. Se trata del asesor financiero, quien orienta y entrega herramientas para salir del «bicicleteo».
De hecho, hace una semana, un canal de televisión abierta estrenó un programa en que diferentes familias acuden a un asesor para salir de la eterna deuda. Ricardo Ibáñez es abogado de Grupo Defensa y lleva 16 años en el mercado. Hace una semana estrenó «Con el agua hasta el cuello» donde espera «desmitificar que el deudor es un sinverguenza».
Quiénes piden ayuda
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El sobre endeudamiento es la clave para pedir ayuda. Ibáñez señala que cuando las personas deben más de 10 veces su sueldo líquido o destinan más del 25% de su ingreso mensual a pagar créditos acuden a un experto.
Agrega que, en general, suelen ser personas naturales y dependientes, de entre 35 y 45 años, y del grupo socioeconómico C2, perfil que «corresponde a más del 60% de los chilenos», según el experto.
Las motivaciones para llegar a este «bicicleteo» serían el endeudamiento irresponsable y otorgamiento de crédito a gente que no genera ingresos, como estudiantes, dueñas de casa y adultos mayores.
Si bien «la mujer peligrosamente ha ido acercándose a los índices del varón en cuanto a la morosidad, pero en cuanto a la cantidad de dinero, sigue debiendo menos plata», dice Ibáñez.
Las herramientas que las personas reciben están más bien enfocadas en la educación financiera, como ejemplifica el experto: :»Una familia que deja de comprar cigarros y bebidas gaseosas puede mejorar su economía perfectamente».
El costo de este servicio varía entre el 5 y 30% de la deuda involucrada.
Ley de quiebras
Cabe destacar, que cuando una persona natural supera los dos millones de pesos de deuda puede acogerse a la ley de quiebras. Pero pocos lo saben, ya que si bien hay 380 mil personas que cumplen con los requisitos para ampararse a esta normativa, en su primer año de vigencia sólo 2 mil chilenos la utilizaron.
Para Ibáñez, la gran cruzada se encuentra en informarle a la gente de esta opción que te permite empezar de cero. Los requisitos para acogerse son tener dos o más deudas, con más de 90 días de mora que sumen más de 80 UF, es decir unos 2 millones de pesos y no haber sido demandado en juicio alguno.
Cabe destacar que no siempre son créditos de tipo hipotecario -que suelen generar mayores deudas-, sino que
pueden ser de cualquier tipo, de universidad, de clínica, gastos comunes, contribuciones, cheques, casas comerciales, entre otros.
«La ley de quiebras te permite renegociar, esto es un proceso administrativo para el cual no requieres abogado y te permite un mayor plazo para pagar o la condonación de intereses, o sea te permite liquidar tu deuda. Esto es entregar tus bienes y dejar tu deuda en cero», explica Ibáñez.
Eso sí, el experto aclara que muchas veces la solución no pasa por quebrar, sino por lograr nuevos acuerdos de crédito, a menor tasa y a mayor plazo.
DP/CA