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Ayer se desarrolló por el centro de Santiago una nueva marcha conmemorativa luego de cumplirse ocho años de la muerte del joven mapuche Matías Catrileo.
Tras la marcha, el concejal Alessandri señala que «luego de hacer una evaluación con un equipo de expertos de mi concejalía de los innumerables daños que produjo esta marcha, podemos concluir que los daños superan los $500 millones, ya que se destruyeron cortinas metálicas, mobiliario urbano, jardines, luminarias, escaños, etc.».
Agrega que más que una marcha conmemorativa fue «la marcha de la destrucción». Agrega que de los $500 millones en daños, cerca de $100 millones en daños corresponden a mobiliario público que el municipio deberá desembolsar y «esos recursos se podrían utilizar en otras áreas y pucha que nos haría bien destinarlos a jardines, a educación, a salud o temas que son estrictamente municipales, porque somos cómplices pasivos de las marchas porque la municipalidad no levanta la voz».
Alessandri apunta sus dardos a la administración de Carolina Tohá y declara en diálogo con esta redacción que «echo de menos una reunión entre la alcaldesa y la Intendencia donde se diga no más a las marchas en 2016, porque son los contribuyentes los que están cerrando la cortina de manera definitiva y están cambiándose a otras comunas, por lo que estamos perdiendo toda competitividad con nuestras comunas vecinas».
El concejal es reiterativo en la idea de que «hace falta ponerse los pantalones como municipalidad y decir frente al ministro del Interior y el intendente no más marchas por la Alameda, mientras no se garantice y no se responda por los daños, que tiene que cubrir el municipio con recursos que se podrían utilizar en otras áreas mucho más importantes».
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