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Era 2010 cuando Chile se comprometió ante Naciones Unidas a reducir en 50% la cantidad de fallecidos por siniestros viales. En ese año se registraron 1.573 personas muertas a causa de accidentes de ese tipo y el desafío fue llegar hacia 2020 con una cifra no superior a 787. Sin embargo, este 2015 el número de decesos aumentó a 1.640, muy por encima del compromiso.
Así al menos lo informa El Mercurio, medio que tuvo acceso a datos de Carabineros y otros publicados por la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito, Conaset. Según este medio, durante 2015 hubo 80 mil siniestros -diez más que en 2014- y en ellos se registró 1.640 fallecidos.
La cifra es la más alta registrada durante los últimos siete años, cuestión que pone en duda alcanzar la meta planteada por el Gobierno de Chile ante la ONU.
Ello pues bajo la administración de Sebastián Piñera el país también se comprometió a diminuir en 20% el número de fallecidos por estos accidentes al final de su período, pero en 2014 las personas que perdieron la vida en estos hechos se empinó por los 1.630, que representaba un 3,6% más que el número que expuso Chile en 2010.
Francisco Frésard, especialista en seguridad vial dijo a ese medio escrito que “se necesitan decenas de años, una gigantesca inversión, un Estado responsable y una sociedad comprometida” para alcanzar las metas.
“Al nivel táctico, partir con pequeñas medidas, como dotar a la policía de pistolas y empezar a fiscalizar la velocidad en todo tipo de vías”, indicó Frésard.
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Por su parte, la secretaria ejecutiva de Conaset, Gabriela Rosende, indicó que “es necesario aumentar los controles de velocidad e incorporar tecnología”.
En ese sentido, apuntó a disminuir la velocidad en las zonas urbanas a 50 kilómetros por hora.
Finalmente, Alberto Escobar, de Automóvil Club, indicó que es necesario apurar la discusión del proyecto de ley que crea un Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (Cati), que permita cursar infracciones a quienes excedan la velocidad gracias al uso de cámaras especiales, similares a los fotorradares.
PUB/JLM
