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Ganar una gran cantidad de dinero jugando lotería al parecer sacaría a muchos de sus problemas económicos. Les «arreglaría la vida». Sin embargo, mantener la vida en orden después de que este deseo se haga realidad, es algo que muy pocos logran. Mal asesorada, una persona puede ser protagonista de muchas tragedias.
Parece ser que las ganancias mal controladas pueden ocasionar mucho daño en aquellos que, por un momento, tienen un golpe de suerte.
Tal fue el caso de algunos ganadores que no se esperaba terminaran de esa manera. Debido a eso, les presentamos algunas personas con finales no tan felices.
Entre ellos se encuentra David Lee Edwards, un exconvicto estadounidense que en 2001 ganó $27 millones de dólares jugando la lotería Powerball.
Pero la drogadicción y una vida sin limites de gastos dejaron a Edwards y a su esposa Shawna en la quiebra, por lo que ella lo abandonó.
Hacia el final de su vida había perdido hasta el último centavo de su fortuna y murió en 2013, a la edad de 58 años, bajo el cuidado de un hospicio donde lo había llevado un amigo. Esto, de acuerdo con el diario «New York Daily News».