Veinte minutos bastaron para que la carretera quedara completamente cubierta. Esta autopista, una de las más importantes de la capital se convirtió en unos minutos en una auténtica pista de patinaje. Imposible conducir con los 50 centímetros de granizo que se acumularon. Ratonera en la que los conductores tuvieron que dejar sus vehículos y seguir su camino a pie. Esa misma tromba de granizo provocó en la capital el colapso de muchas calles por culpa del agua. Las alcantarillas colapsadas por el hielo no podían absorber ni una gota. Así que el agua buscaba sitio por donde podía. Con escaleras convertidas en cascadas por las que era complicado bajar. Un nuevo fenómeno bajo la sombra de El Niño. Video: Reuters.
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